Confianza empresarial y estabilidad política para garantizar crecimiento y bienestar de la población

El especialista enfatizó que el Estado debe asumir un rol clave en la creación de condiciones propicias para estimular la inversión, impulsar el crecimiento económico y fortalecer la generación de empleo.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha elevado su proyección de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para 2025, pasando del 3.1% al 4%. Esta revisión al alza responde a un panorama más optimista, impulsado por el fortalecimiento de las expectativas empresariales y el inicio de operaciones del Puerto de Chancay y Tía María. En este contexto, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) enfatizó que consolidar este crecimiento requiere continuar reforzando la confianza de los inversionistas y garantizar la transparencia institucional –a través de mecanismos como rendición de cuentas–.

Hasta enero, 14 de los 18 indicadores de expectativas empresariales se ubicaron en el tramo optimista, superando los 50 puntos, y se proyecta su consolidación en un entorno macroeconómico más estable. Estas perspectivas favorables están respaldadas por la percepción positiva de las empresas respecto a su situación actual, la demanda de productos, la contratación de personal y los niveles de inversión. Un puntaje superior a 50 refleja la confianza del sector empresarial en una economía en expansión y con fundamentos sólidos. En este contexto, el especialista enfatizó que el Estado debe asumir un rol clave en la creación de condiciones propicias para estimular la inversión, impulsar el crecimiento económico y fortalecer la generación de empleo.

Proyectos de inversión con miras a crecer

Para este año, se prevé el lanzamiento de nuevos proyectos mineros y de infraestructura. Se estima que se adjudicarían proyectos de asociaciones público-privadas (APP) por más de US$8 mil millones, cifra similar a la de 2024, y se espera el desarrollo de distintos proyectos relacionados a ampliación de obras. De acuerdo con Gustavo Meza, economista de REDES, estos indicadores evidencian que factores como la confianza empresarial desempeñan un papel crucial porque dinamizan la inversión en proyectos de alto impacto, que contribuyen a la generación de empleo.

“Desde una perspectiva económica, se prevé un aumento en las exportaciones mineras y agropecuarias, por una mayor demanda internacional de países como China y Canadá, junto con una mayor producción nacional. Este contexto configura un escenario propicio para la expansión empresarial en ambos sectores. Las expectativas del sector privado reflejan esta tendencia, dado que el incremento en las ventas y la generación de mayores ingresos no solo dinamizarán la actividad productiva, sino que también contribuirán a la creación de empleo y al fortalecimiento de la competitividad a nivel nacional”, explicó el economista.

Asimismo, Meza destacó la importancia de abordar la inseguridad ciudadana, ya que no solo deteriora la calidad de vida de la población, sino que también impacta directamente en el entorno de inversión y el desarrollo económico. El incremento de la criminalidad y la insuficiencia de medidas efectivas para su contención generan un clima de incertidumbre en el sector empresarial, desincentivando la ejecución de nuevos proyectos e impactando negativamente en la competitividad y el crecimiento sostenible del país.

“El Estado debe desempeñar un papel estratégico en la consolidación de un entorno de confianza que fomente la inversión y la creación de empleo. Para ello, es necesario fortalecer la institucionalidad, garantizar la transparencia en la gestión pública y promover políticas que impulsen sectores productivos estratégicos, mitigando así riesgos asociados a la incertidumbre política. La implementación de un marco normativo predecible y el fortalecimiento de la gobernanza económica son elementos clave para reducir la volatilidad en la toma de decisiones y generar condiciones óptimas para el crecimiento sostenido y la competitividad del país”, precisó Meza.