- En situaciones inesperadas, como la vivida con la crisis sanitaria global, las personas y trabajadores requieren orientación a través de un liderazgo empático.
La pandemia trajo consigo una nueva realidad a la que ninguna persona estaba preparada para lidiar. El nuevo escenario de la Covid-19 provocó una crisis global, no solo a nivel salud, sino también económica, política, social y laboral. Millones de colaboradores experimentaron sentimientos de miedo, ansiedad e inestabilidad al no saber cómo continuarían sus trabajos.
En estos grandes contextos de cambios, Silvana Cárdenas, Latam Right Management Practice Leader en ManpowerGroup, señala que existe un concepto denominado “Mundo Bani” utilizado para entender y afrontar la inestabilidad que se genera en las personas o colaboradores en un nuevo entorno. “Bani es el acrónimo de Frágil, Ansioso, No lineal e Incomprensible (Brittle, Anxious, Non-Linear, Incomprenhensible, por sus siglas en inglés). Este modelo de mirar la realidad proyecta una mirada en perspectiva que nos permite identificar tendencias para orientar a las empresas y sus colaboradores, y procurar plantear estrategias para el futuro del trabajo”, destaca.
Primero: entender la incertidumbre de los colaboradores:
Anteriormente existía también el concepto de “Mundo Vuca”, en donde la única certeza era lo incierto. Con el Mundo Bani, esta incertidumbre se definió en fragilidad y puede explicarse, por ejemplo, en los cambios de carrera profesional que una persona puede experimentar, o también, saber que una posición laboral no te garantiza estabilidad.
Esa fragilidad produce miedo, y con él, resulta la ansiedad que puede llevar a tomar decisiones apresuradas. Un cambio desconcierta el sistema al que estábamos acostumbrados; de ahí surge el planteamiento no lineal, en donde los líderes deberían trabajar en planes laborales adaptables a las circunstancias. Finalmente, el estado incomprensible de un colaborador frente a la incertidumbre es producto de la sobrecarga de información.
Habilidades blandas: la respuesta y el antídoto a la incertidumbre:
En el actual mundo del trabajo, las habilidades blandas son y serán la armadura que fortalezca la competitividad y asertividad de los colaboradores en medio de escenarios inestables. Silvana Cárdenas, Latam Right Management Practice Leader en ManpowerGroup, comparte algunas destacadas:
– Resiliencia: frente a situaciones adversas o no lineales, la capacidad de un líder, colaborador o colaboradora, puede recuperarse para sobreponerse, buscar nuevas soluciones orientadas a la sostenibilidad de los equipos y los negocios.
– Empatía: ponerse en los zapatos de los demás, entender sus miedos, percepciones. Escuchar e incorporar nuevas ideas que fomenten un trabajo colaborativo.
– Adaptabilidad y flexibilidad: son unas de las habilidades más demandas por los empleadores en el mundo. Contar con personas que respondan rápidamente a los cambios del entorno, y que adecúen estrategias a las nuevas necesidades, serán muy bien valoradas en una organización.
– Creatividad: se estima que para el 2025, los humanos y los robots se dividirán el trabajo 50-50. Sin embargo, hay algo que los robots no pueden hacer: pensar. Por lo tanto, se necesitarán más personas para hacer el trabajo de habilidades blandas que los robots no puede hacer. El pensamiento disruptivo será clave para la innovación.