El desbalance fiscal en 2024 alcanza niveles críticos, impulsado por aumentos históricos en inversión y salarios públicos. Se insta al gobierno y al Congreso a actuar para evitar comprometer la sostenibilidad económica del país.
El Consejo Fiscal (CF) de Perú ha emitido una seria advertencia sobre el manejo de las finanzas públicas, destacando que el gasto en remuneraciones del sector público se incrementó en más de S/12.500 millones entre 2023 y 2024. Este aumento, junto con el incumplimiento de las reglas fiscales por segundo año consecutivo, ha llevado al déficit fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) a un preocupante 3,6% del PBI, superando el límite establecido por la normativa vigente.
Según el CF, el gasto no financiero del Gobierno General creció en términos reales un 5,9%, excediendo el 4,7% permitido. Este incremento incluyó un crecimiento histórico en inversión pública, remuneraciones y otros gastos de capital, en un contexto sin choques económicos externos significativos, lo que revela un problema de planificación y disciplina fiscal más que una necesidad derivada de eventos extraordinarios.
Cifras preocupantes y causas del desbalance
El aumento de las remuneraciones públicas en 2024, que representó un crecimiento real del 6,2% (equivalente a S/5.400 millones), se suma al incremento histórico registrado en 2023 de S/7.100 millones, lo que ha contribuido a una mayor rigidez presupuestaria, según el CF. Este gasto se distribuye principalmente en aumentos salariales en sectores como educación, salud y administración pública, pero también en nuevos contratos y bonificaciones especiales.
Adicionalmente, la inversión pública creció en S/8.400 millones (15,1% en términos reales), lo que responde, en parte, a proyectos de infraestructura grandes, pero también a una aceleración en la ejecución de obras en regiones para contrarrestar desastres naturales. Otros gastos de capital aumentaron en S/5.700 millones, lo que representa un alza real del 79%, evidenciando un uso masivo de recursos en adquisiciones y obras de menor impacto económico.
Este crecimiento del gasto contrasta con el limitado aumento de los ingresos fiscales, que solo crecieron un 2,3% en términos reales, a pesar de los altos precios de las materias primas y la recuperación económica. Según el CF, esto refleja una dependencia excesiva de ingresos extraordinarios, como los provenientes de recursos naturales, y una falta de políticas tributarias efectivas que amplíen la base tributaria o reduzcan la evasión fiscal.
Impacto del déficit fiscal y riesgos a futuro
El déficit estructural de 2024, estimado en torno al 4% del PBI, es el nivel más alto desde la implementación del marco de reglas fiscales en el año 2000, excluyendo los años de emergencia sanitaria. Según el CF, este nivel de déficit no es sostenible y compromete los esfuerzos de consolidación fiscal en el mediano y largo plazo.
El deterioro de las cuentas fiscales podría tener consecuencias graves para el país, como la pérdida de la confianza de los mercados internacionales, el encarecimiento del financiamiento externo y la posible reducción de las calificaciones crediticias soberanas. Esto no solo dificultaría el acceso a recursos para proyectos de desarrollo, sino que también aumentaría la carga financiera sobre las futuras generaciones.
Además, el CF advirtió que los elevados niveles de gasto público, especialmente en rubros como remuneraciones e inversión no priorizada, podrían generar un entorno de rigidez presupuestaria que limite la capacidad del Estado para responder a emergencias futuras, como desastres naturales o crisis económicas globales.
Recomendaciones y medidas urgentes
Para garantizar la sostenibilidad fiscal, el CF ha recomendado que los ingresos extraordinarios proyectados para 2025, provenientes de recursos naturales, se utilicen para acumular ahorros fiscales en lugar de financiar gastos permanentes. También sugirió establecer una planificación más rigurosa para evitar asignaciones presupuestarias desproporcionadas que comprometan la estabilidad a largo plazo.
El CF también enfatizó la necesidad de una reforma tributaria que permita aumentar la recaudación fiscal de manera permanente y equitativa, combatiendo la evasión y elusión fiscal. Según la entidad, esto debería incluir medidas para ampliar la base tributaria, simplificar el sistema impositivo y reforzar los mecanismos de fiscalización.
Llamado a la responsabilidad del Congreso y el Ejecutivo
El CF instó al Poder Ejecutivo a usar todas las herramientas legales disponibles para evitar la aprobación de iniciativas legislativas que generen gastos sin respaldo fiscal. En este sentido, la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que exige la coordinación entre el Ejecutivo y el Congreso para iniciativas que impliquen nuevos gastos, representa una oportunidad para fortalecer la disciplina fiscal en el país.
Además, pidió al Congreso evaluar con seriedad cualquier propuesta legislativa que implique mayores gastos o menores ingresos fiscales, priorizando la coherencia con el marco constitucional y los principios de sostenibilidad fiscal.
Un manejo fiscal disciplinado: clave para el desarrollo
El CF recordó que en las últimas décadas, Perú logró consolidar una reputación de manejo fiscal disciplinado que permitió al país enfrentar crisis globales y desastres naturales. Sin embargo, la tendencia reciente pone en riesgo estos avances, amenazando no solo la estabilidad económica, sino también la capacidad del país para continuar financiando proyectos de desarrollo clave.
En este contexto, el CF reafirmó su compromiso de brindar apoyo técnico y enfatizó la necesidad de acciones inmediatas para incrementar los ingresos permanentes, controlar el gasto y garantizar que las reglas fiscales cumplan su propósito de preservar la sostenibilidad macroeconómica y el bienestar de la población.
