Por: Rafael Garrido, vicepresidente de Vertiv LATAM y gerente nacional de Vertiv en Brasil
Desde el anuncio de Zuckerberg, ha aumentado el interés en el metaverso por parte de las compañías y el público en general. De hecho, de acuerdo con Gartner, para 2026 se prevé que el 25 % de las personas en todo el mundo dedicarán más de una hora al metaverso y es probable que esta demanda aumente.
Para Latinoamérica, esta tecnología representa importantes oportunidades empresariales en áreas como la seguridad, el transporte, la logística, la educación, el entretenimiento, la fabricación y el turismo.
Un estudio reciente de Analysis Group, encargado por Meta, estimó que la economía del metaverso en Latinoamérica podría alcanzar los $320.000 millones en una década.
En un artículo publicado por El País, Nick Clegg, presidente de asuntos mundiales en Meta, puso énfasis en la gran oportunidad que la región está experimentando en términos de esta tecnología, a pesar de seguirse considerando como emergente en el mercado. De acuerdo con Clegg, más de 100 millones de personas en Latinoamérica utilizan efectos de realidad aumentada en Instagram y Facebook mensualmente. Brasil y México se encuentran entre los 10 países que utilizan el software de Meta, Spark AR, para desarrollar filtros.
Estamos en la antesala de una tendencia con un gran potencial de afectar la industria de centros de datos y TI de la región si nos enfocamos en resolver dos paradigmas: la infraestructura y las personas.
Desde el punto de vista de Clegg, los próximos 10 años serán decisivos para que Latinoamérica pueda preparar la infraestructura digital necesaria para soportar el metaverso.
El estudio de Analysis Group indica que algunos de los primeros componentes del Metaverso y las experiencias que busca facilitar dependen enormemente de tecnologías como la realidad aumentada, la realidad virtual, la realidad mixta, la cadena de bloques y los tokens no fungibles, entre otros. Asimismo, las tecnologías móviles son fundamentales para garantizar unas experiencias más inmersivas y cercanas.
Para que el metaverso pueda desarrollarse, nuestra región tiene mucho que trabajar en términos de conectividad móvil, ancho de banda, una red más rápida y eficiente, y una mayor capacidad de procesamiento de datos. Los principales requisitos de infraestructura digital para la región son la conectividad móvil, la red 5G y la computación en el borde.
Además, la computación en el borde puede mejorar la conectividad en las áreas rurales y remotas de Latinoamérica al acercar los recursos informáticos al usuario final y puede reducir la latencia y mejorar los tiempos de respuesta para las aplicaciones y los servicios, lo cual lleva a operaciones más eficientes y efectivas. Este crecimiento de la computación en el borde en Latinoamérica puede llevar a la creación de nuevas ofertas de trabajo e impulsar el desarrollo económico en la región.
Para Vertiv, la integración de la red 5G, el borde y el metaverso serán las mayores tendencias en la industria del centro de datos a partir de este año, seguidas por implementaciones generalizadas en los próximos años.
Finalmente, Latinoamérica se encuentra en un punto de inflexión en su capacidad de soportar el futuro del metaverso; para ser competitivas en esta nueva tecnología, las compañías necesitarán invertir en infraestructura, soporte de infraestructura y talento digital.