- 401 familias, de 48 comunidades diferentes, fueron beneficiadas con un mercado seguro, apoyo logístico y el control de calidad en origen, gracias a sus contratos con la empresa peruana Inka Crops.
Lino Quispe y Matilde Chávez, son dos agricultores de papá nativa que, como otras 400 familias, han podido sobrellevar la pandemia y mejorar su calidad de vida gracias al cumplimiento de todos los contratos firmados con la empresa peruana Inka Crops, que exportará 84 toneladas de papas nativas al mercado estadounidense y venderá 30 toneladas en el Perú, pese a la coyuntura de la COVID-19.
Lino es un joven agricultor que siembra papa nativa con su familia desde el 2007 en la comunidad de Chuquitambo, en Huancavelica, a 3,600 m.s.n.m. junto a un grupo de agricultores que lograron producir 70 toneladas (70% más que en el 2019). Actualmente, estudia Ingeniería de Minas en la Universidad Continental y se divide entre estar en su pueblo e ir a clases, sin embargo, él asegura que cuando se gradúe y comience a trabajar en su profesión no dejará de cosechar papas y seguirá trabajando con su madre en el campo.
“Este año tuvimos un buen año. La única dificultad que nos trajo la COVID-19 fue no poder conseguir apoyo extra para los jornales de cosecha porque decidimos que ninguna persona que no viviera en la comunidad podía entrar”, comentó Lino.
Matilde Chávez, es la lideresa y fundadora de la Cooperativa Agraria Intirun Pachata Micuchisun y forma parte de la comunidad de Masma Chicche, en Junín. Se dedica a la agricultura y al cultivo de papas nativas hace más de 10 años, actividad que logró que costeara la educación de sus hijas. Trabajar con Inka Crops le ha permitido a Matilde, y a 79 agricultores más, vender sus cosechas a precios más altos que en el mercado local, obteniendo un mayor ingreso por familia.
“Trabajé con mi padre hasta el 2009, cuando falleció, y fue entonces cuando decidí seguir con este cultivo yo sola porque para mí es importante que no se pierda la cultura ni la historia de las papas nativas”, contó Matilde.
Gracias a la cosecha 2019-2020 de papas nativas, estas 401 familias han podido ser partícipes de la creación del nuevo snack de papa nativa de Inka Crops, elaborado con cuatro variedades del tubérculo andino (Wenccos, Cceccorani, Huayro Macho y Sumac Soncco), que cumple con estándares de calidad internacionales y que, además, es libre de octógonos, gracias a su fritura en aceite de girasol alto oleico. También cuenta con certificaciones Non GMO, Gluten Free y Kosher, debido a que la siembra y cosecha de la materia prima son realizadas bajo los parámetros de las buenas prácticas.
“Este año cumplimos 20 años de operaciones y estamos orgullosos de trabajar directamente con 48 comunidades de siete provincias del país como Jauja, Huancayo, Concepción, Junín, Chupaca, Tayacaja y Acobamba. A pesar de la crisis sanitaria, hemos impactado positivamente a 401 familias al adquirir su cosecha para elaborar productos de gran calidad destinados a la venta en el mercado nacional e internacional”, indicó Ignacio Garaycochea, Gerente Comercial de Inka Crops.