- Más del 50% de aseguradoras no tienen planeado agregar exclusiones relacionadas con COVID-19 o de pandemias futuras.
- En Latinoamérica, el 73% de las compañías ofrecen cobertura de tratamiento ambulatorio para la salud mental que incluye asesoramiento psicológico y/o psiquiátrico
Tanto en montos reclamados, como en incidencia de casos, el COVID-19 se ha convertido en la tercera causa más importante dentro de los siniestros reportados a las aseguradoras a nivel mundial durante el último año, según indicó Marsh.
Mientras que, de acuerdo a los montos reclamados, las principales enfermedades son el cáncer y las enfermedades del sistema circulatorio, según frecuencia las enfermedades más importantes son las condiciones respiratorias. “Es probable que muchas de estos trastornos respiratorios hayan estado relacionadas con COVID-19 solo que incorrectamente codificadas como neumonía u otra enfermedad respiratoria. En este aspecto el impacto sería incluso mayor pero no lo podemos conocer con certeza debido al sub registro ocurrido sobre todo en el primer año de pandemia.”, señaló Gisella Balbuena, consultora en Salud Preventiva de Marh.
A pesar de este récord, 54% de aseguradoras señalan que no han realizado ni tienen planeado realizar cambios relacionados a la cobertura en caso de síntomas persistentes de COVID-19 (o COVID prolongado) o exclusiones en caso de futuras pandemias. Recordemos que muchas aseguradoras optaron por no aplicar las exclusiones relacionadas con pandemias durante el pico de COVID-19. Sin embargo, a partir de ahora muchas de ellas buscarían mayor protección y un mejor control frente a futuras crisis.
En ese sentido, un tercio de las aseguradoras (34%) está considerando o ya ha iniciado la aplicación de limitaciones para condiciones preexistentes como el COVID prolongado, y uno de cada cinco (21%) está considerando nuevas exclusiones para estos casos. Mientras tanto, el 8% ya ha realizado cambios en sus políticas para agregar exclusiones relacionadas con futuras pandemias.
Esta resistencia a asumir riesgos desconocidos relacionados con esta o próximas pandemias, nos lleva a alzar una alerta para que los empleadores revisen sus pólizas con mucho detenimiento.
“Si bien es alentador que solo una minoría de aseguradoras haya adoptado tales disposiciones, esperamos que algunos gobiernos y organismos reguladores busquen controlar estas limitaciones”, agregó Gisella Balbuena.
Salud mental y seguros
Debido a la adopción de medidas como el aislamiento, cuarentena o confinamiento estricto, en todo el mundo se registró un aumento de problemas relacionados con la soledad, la ansiedad, la depresión, el insomnio, las autolesiones e incluso los casos de violencia doméstica. Sin embargo, la pandemia generó una disrupción en la prestación de servicios de salud mental.
Ante ello, se ha visto un aumentado en el número de aseguradoras que brindan apoyo de salud mental. Ahora solo alrededor de una cuarta parte de aseguradoras no contarían con este tipo de soporte frente al año anterior donde más de la tercera parte no lo consideraban.
En la región Latinoamérica, el 73% de las compañías ofrecen cobertura de tratamiento ambulatorio para la salud mental de tipo asesoramiento psicológico y/o psiquiátrico, mientras que el 58% incluiría tratamiento hospitalario.
Al respecto, Marsh sostiene que la nueva normalidad obliga a las empresas y organizaciones a supervisar más de cerca las brechas existentes en la cobertura de salud mental entre regiones. Una acción fuertemente recomendada sería desarrollar una estrategia de salud mental para su fuerza laboral, que no solo busque apoyar a aquellos con manifestaciones o afecciones ya en curso, sino también busque elevar el bienestar de forma integral.