El sector agropecuario peruano enfrenta una de sus peores crisis en años debido a la escasez de agua, agravada por la falta de medidas efectivas por parte del Gobierno. Los agricultores de diversas regiones del país han reportado una drástica disminución de las cosechas y la pérdida de cultivos debido a la falta de acceso al recurso hídrico, esencial para la producción agrícola.
La crisis hídrica, resultado de la sequía prolongada y el mal manejo de las fuentes de agua, ha golpeado duramente a los agricultores, especialmente en áreas rurales donde el riego es indispensable para mantener la producción. Según diversas asociaciones agrarias, la falta de políticas públicas claras y la inacción del Gobierno ante la emergencia están generando pérdidas millonarias y poniendo en peligro la seguridad alimentaria de miles de familias peruanas.
Impacto en el sector agropecuario:
Las regiones más afectadas son Piura, Lambayeque y Tumbes, donde los productores agrícolas han sufrido una caída drástica en la producción. El agua disponible para riego se ha reducido considerablemente, afectando tanto a pequeños agricultores como a grandes productores. Esta crisis también ha causado el aumento de costos de producción y ha incrementado las tensiones sociales, con protestas y demandas de los agricultores exigiendo una respuesta inmediata del Gobierno.
Inacción gubernamental y demandas del sector:
A pesar de las múltiples solicitudes de apoyo y la declaración de emergencia por parte de las autoridades locales, el Gobierno central ha sido criticado por su falta de acciones concretas para mitigar los efectos de la crisis. Las organizaciones agrícolas han exigido medidas urgentes, tales como el fortalecimiento de las infraestructuras de riego, la promoción de tecnologías para la conservación del agua, y la entrega de subsidios o créditos para los agricultores afectados.
En este contexto, diversos actores del sector agropecuario han señalado que, sin una respuesta inmediata y efectiva, la situación se agravará, afectando no solo la economía agrícola, sino también la estabilidad social y la seguridad alimentaria en el país.