Las empresas están invirtiendo en sistemas de producción sostenibles, asumiendo concesiones de costos a cambio de beneficios ambientales y de largo plazo.
La creciente demanda global de alimentos y las preocupaciones ambientales están generando un escenario desafiante que afecta a la Industria Alimentaria. Desde la escasez de agua hasta las emisiones de gases de efecto invernadero, estos problemas están obligando a las empresas a reevaluar sus prácticas y adoptar medidas drásticas para asegurar su viabilidad a largo plazo.
Según el estudio Business To Business de Tetra Pak, los desafíos planetarios representan el 58% de las preocupaciones de la industria. En ese sentido, la adopción de prácticas sostenibles no solo se ha convertido en una necesidad operativa, sino en un valor fundamental para los productores en un mercado cada vez más exigente.
Las empresas están invirtiendo en sistemas de producción sostenibles, asumiendo concesiones de costos a cambio de beneficios ambientales y de largo plazo. Cerca del 77% de los encuestados afirma estar dispuesto a asumir estos costos y el 83% ya está midiendo sus avances hacia compromisos de sostenibilidad. Estas acciones reflejan la conciencia de que su capacidad para adaptarse a los desafíos ambientales tendrá un impacto directo en su competitividad y reputación.
De acuerdo con la investigación de Tetra Pak, los tres principales desafíos para la Industria alimentaria son:
Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI): El cambio climático encabeza la lista de preocupaciones. El estudio revela que un 66% de los productores de alimentos está comprometido en reducir su dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia cadenas de suministro con cero emisiones netas. Las empresas están implementando energías renovables y métodos de eficiencia energética para cumplir con regulaciones cada vez más exigentes y satisfacer las demandas de consumidores conscientes del medio ambiente.
Residuos alimentarios: Con pérdidas significativas en la cadena de valor, el 65.3% de los encuestados coloca la reducción de residuos alimentarios como una prioridad fundamental. La industria trabaja para mejorar la vida útil de los productos y optimizar la logística. Las iniciativas incluyen la revalorización de subproductos y un impulso hacia sistemas de producción más eficientes que minimicen el desperdicio, un cambio vital para alimentar a una población creciente sin comprometer los recursos.
Escasez de agua: La amenaza de sequía y la presión sobre los recursos hídricos han impulsado a muchas empresas a adoptar tecnologías avanzadas de ahorro y reciclaje de agua, con especial énfasis en regiones con alto riesgo hídrico. Por ejemplo, Tetra Pak, mediante la optimización de procesos e implementación de sistemas de recuperación de recurso hídrico, logró que uno de sus clientes globales redujera su consumo de agua en un 95 %, lo que le permitió ahorrar 22 millones de litros por año.
La investigación muestra la preocupación del 36.7% de los encuestados, quienes consideran que, a medida que aumenta la demanda y la disponibilidad del agua disminuye, la gestión sostenible de este recurso se vuelve cada vez más crucial para la viabilidad del sector.
El informe concluye que, para enfrentar estos desafíos, las empresas de alimentos y bebidas no solo necesitan adaptar sus operaciones, sino también buscar sinergias que amplifiquen el impacto de las soluciones, desde el rediseño de sus cadenas de suministro hasta el desarrollo de tecnologías que optimicen el uso de recursos. Estos esfuerzos son un paso clave para enfrentar los retos ambientales y alinearse con las expectativas del mercado.