Las juntas de regantes, llamadas también juntas de usuarios, son agrupaciones de parceleros (dueños de un terreno) que, a su vez, son agricultores que suministran de agua a sus parcelas mediante canales derivados de las principales cuencas de los ríos del país. Según la Asociación Nacional del Agua (ANA) a nivel nacional existen 127 juntas de regantes.
“Estas no solo las comprenden agricultores, hay casos donde los usuarios pueden ser clubes recreativos, agroindustrias e incluso plantas industriales, cada una de estas cuentan con sus representantes en una sub-agrupación llamada “Junta Directiva”, que compone de cuatro integrantes como el presidente, el gerente técnico, el secretario y el asesor legal, quienes se encargan de realizar los cobros por el uso del agua del respectivo canal (derivado del río) y gestionar el funcionamiento en buenas condiciones de dicho sistema de distribución de agua”, comentó Ayrton Díaz, experto en tecnología agraria del departamento técnico de Grupo Hidráulica.
¿Cuáles son los principales problemas a los que están expuestos los usuarios?
Sin entrar en temas políticos, las juntas de usuarios presentan constantemente problemas del tipo natural como infiltración, evaporación, épocas de estiaje, entre otros, del tipo social como la apertura de canales alternos no autorizados que captan más agua de la acordada y la manipulación de válvulas en horarios no permitidos (situaciones que perjudican especialmente a los usuarios ubicados aguas abajo del canal) y el problema principal es la “declaración jurada”, documento que en la mayoría de directivas reciben de sus usuarios con declaraciones falsas, y a veces irracionales, indicando haber consumido una determinada cantidad de agua (que en la mayoría de casos no existe forma de demostrar), esta es la principal razón por la que las juntas de usuarios no poseen los suficientes recursos para poder mejorar la infraestructura de los canales a tajo abierto.
La propuesta de solución
Una de las primeras soluciones es invertir en reemplazar los canales de tajo abierto por canales en tubería, a los cuales se les puede acondicionar fácilmente un medidor de caudal del modelo que se adecue a las condiciones del agua; juntas como las de Viru – Chao, Rimac, o Lambayeque, ya tienen este paso ejecutado gracias a que parte de sus usuarios son empresas agroindustriales, plantas industriales o clubes recreativos, a los cuales les interesa tener el control de lo que están pagando.
Hay que considerar que las juntas de usuarios están comprendidas entre 5000 a 20,000 usuarios, lo que haría imposible poder tomar lectura de estas mediciones de forma manual, por lo tanto la solución solo estaría completa si se recurre a sistemas remotos de telecontrol, los cuales rescaten dicha información en campo y lo agrupen de forma ordenada en una computadora en poder de la directiva para hacer los cobros respectivos, detectar consumos de agua por alteración, controlar la manipulación de válvulas, identificar los puntos de infiltración y más, tomando acción y conocimiento sobre cada una de las situaciones para elegir la mejor respuesta.