El déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos en los últimos cuatro trimestres bajó a 0,7 por ciento del PBI en el tercer trimestre de este año, tendencia decreciente que se observa desde principios de este año.
Ese nivel fue 3,2 puntos porcentuales menor al de tercer trimestre de 2022, ubicándose por debajo del déficit promedio de los últimos 10 años (2,3 por ciento del producto) y siendo el nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2021.
En el tercer trimestre de 2023, la cuenta corriente registró un superávit de US$ 58 millones, equivalente a 0,1 por ciento del PBI, en contraste con el déficit de US$ 2 894 millones de igual trimestre del año pasado.
El panorama externo se caracterizó por menores cotizaciones de petróleo y alimentos, una reducción del costo de fletes, altas tasas de interés y mayores envíos de remesas desde el exterior. Estos factores se tradujeron, respectivamente, en menores precios promedio de importación, en una reducción del déficit de servicios y del ingreso primario (ingresos por intereses) y un mayor superávit del ingreso secundario.
Por otro lado, el retroceso del gasto privado en el periodo determinó un menor volumen importado de bienes de insumos industriales, consumo no duradero y materiales de construcción.