La demanda interna aceleró su ritmo de expansión interanual de 1,8 por ciento en el segundo trimestre de 2022 a 3,3 por ciento en el tercer trimestre de 2022, debido a la recuperación de la inversión pública.
Sin embargo, el consumo privado y público, así como la inversión privada, influyeron en la desaceleración de la actividad económica.
Así, el PBI del tercer trimestre creció 1,7 por ciento interanual, tasa menor a la del trimestre anterior (3,3 por ciento). La demanda externa explicó la desaceleración del crecimiento respecto al trimestre previo.
La demanda interna desestacionalizada, que elimina todos los factores estacionales del período, creció 2,9 por ciento en el tercer trimestre de este año respecto al trimestre previo.
Este dinamismo contribuyó a que el PBI desestacionalizado aumente en 1,2 por ciento en los periodos en mención. Estos indicadores se encuentran por encima de los niveles prepandemia.