La actividad económica se desaceleró en junio al crecer 0.2% y el empleo nacional apenas avanzó 0.2% en el 2 trimestre, según el INEI.
El Producto Bruto Interno (PBI) Peruano ha mostrado señales de crecimiento de un 3.5% en el segundo trimestre de 2024, una cifra que contrasta con el crecimiento de apenas el 1.3% observado en el primer trimestre del mismo año. Este avance en el ritmo de crecimiento económico ha generado un buen panorama en diversos sectores, pero sin dejar de lado que aún hay desafíos que enfrenta la economía peruana.
“Es necesario destacar que hay un panorama alentador, ya que la economía seguirá el camino de un moderado crecimiento. Aunque, la producción minera continuará mostrando un débil desempeño, debido a la falta de proyectos en desarrollo, el sector continuará beneficiándose de los favorables precios de los metales. Si bien existen fuentes de incertidumbre, hay razones para un optimismo moderado para el resto del 2024. Con ello se espera un crecimiento del 3.0% para el 2024, marcando una recuperación frente a la contracción de -0.6% del 2023” agregó Luis Eduardo Falen, Head de Macroeconomía de Intéligo SAB.
La desaceleración del PBI se debe a una combinación de factores internos y externos que han debilitado el dinamismo económico del país. Entre los principales motivos destacan:
Disminución de la demanda interna: el consumo de los hogares y la inversión privada han mostrado una tendencia a la baja, afectada por la incertidumbre económica y política que ha reducido la confianza de los consumidores y empresarios.
Contracción en el sector de la construcción: la construcción, un sector clave para el empleo y la economía, ha experimentado una caída significativa debido a la reducción en proyectos de infraestructura y a las dificultades para acceder al financiamiento.
Reducción de las exportaciones: las exportaciones de minerales, especialmente de cobre y zinc, se han mantenido en niveles elevados. Y si bien China crece menos, su demanda continúa.
“La desaceleración del PBI refleja la necesidad de enfrentar los desafíos económicos y políticos de manera proactiva y coordinada. Si bien el país ha demostrado resiliencia en el pasado, el contexto actual exige un enfoque integral que incluye tanto medidas económicas como esfuerzos por estabilizar el entorno político. Solo así será posible retomar la senda del crecimiento sostenido” concluyó Falen, Head de Macroeconomía en Intéligo SAB.