La IA está amplificando silenciosamente la desinformación, afectando tanto a campañas políticas como a empresas, que deben adoptar medidas proactivas para proteger su reputación. De acuerdo con el Pew Research Center, el 57% de los adultos estadounidenses están muy preocupados por el uso de la IA para difundir información falsa durante las elecciones en su país.
La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de la comunicación, amplificando la desinformación y profundizando la polarización en diversos sectores. Esta amenaza no solo afecta a las campañas políticas, sino también al sector privado, especialmente a empresas con alta visibilidad pública. Compañías en situaciones críticas, como lanzamientos de productos, rebranding o fusiones, se han convertido en blancos frecuentes de ataques de desinformación. Las redes sociales, impulsadas por la inmediatez y el sensacionalismo, facilitan la propagación de noticias falsas, poniendo en riesgo la reputación de las marcas y subrayando la importancia de estrategias proactivas para proteger su credibilidad.
Estudios recientes, como los del Pew Research Center y la Universidad del Sur de California (USC), muestran que un pequeño porcentaje de usuarios es responsable de una parte significativa de la difusión de desinformación en redes. Esto es alarmante, ya que un grupo reducido puede influir de manera desproporcionada en la percepción pública, afectando gravemente la reputación de las empresas.
Ante este panorama, LLYC, firma global de Marketing y Corporate Affairs, sugiere que las empresas adopten estrategias proactivas para proteger su identidad y reputación:
- Monitorear y aprovechar las redes sociales: Es fundamental vigilar los canales sociales en tiempo real para anticipar y detectar posibles campañas de desinformación en sus primeras etapas.
- Blindar la identidad de la marca: Crear una estrategia sólida que fortalezca la credibilidad de la empresa ante posibles ataques de desinformación, anticipando riesgos antes de que se materialicen.
- Desarrollar un plan de recuperación: Integrar un plan de respuesta a la desinformación dentro del programa de gestión de crisis de la empresa, para actuar rápida y efectivamente ante cualquier amenaza que afecte la reputación de la marca.
La amenaza de la desinformación impulsada por IA es real y no debe subestimarse. La clave está en prevenir y mitigar sus efectos antes de que causen daños irreparables. El entorno digital ha cambiado las reglas del juego, y las empresas deben adaptarse para proteger su reputación en esta nueva realidad.