- Según la ONU, en Latinoamérica solo el 3% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son reciclados.
- El manejo informal y/o inadecuado de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) puede tener efectos negativos sobre el medio ambiente y la salud de las personas.
Los números son alarmantes: cada año, Perú genera 205,000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Según la ONU, menos del 3% de esos residuos en Latinoamérica se recicla. Esta gestión insuficiente no solo amenaza nuestro medio ambiente, sino también nuestra salud.
No obstante, estos residuos, en caso de ser correctamente gestionados, son una excelente herramienta de ahorro de recursos, al poder ser reutilizados; además de mitigar el impacto ambiental al adecuarse al concepto de economía circular. En ese sentido, en el marco del Día Mundial de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), Ambipar Environment Perú, presenta qué son los RAEE, por qué su adecuada gestión evita riesgos para la salud y cómo se posiciona como una fuente de ahorro de recursos.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son aquellos elementos en desuso que, para funcionar, utilizaron corriente eléctrica, pilas u otros campos electromagnéticos. Estos han estado presentes en nuestra rutina diaria, pues abarcan desde electrodomésticos, como licuadoras, plancha de ropa, hasta cables eléctricos, celulares, laptops y audífonos. En el momento en que estos se malogran o sus dueños consideran que ya no son útiles, son denominados ‘residuos’.
Debido al consumismo mundial, se genera una gran cantidad de RAEE. Sin embargo, estos contienen valiosos minerales aprovechables, los cuales, tras ser gestionados, pueden tener una nueva vida útil. Pese a ello, la escasa conciencia ambiental sobre el reciclaje y aprovechamiento de residuos ha ocasionado que los RAEE representen una gran amenaza, que va más allá de la contaminación ambiental básica. Algunos componentes tóxicos, presentes en su composición, tales como el plomo, el mercurio y el cadmio, pueden causar serios problemas de salud si no se manejan adecuadamente.
“El manejo inadecuado de los RAEE contamina los suelos, el aire y cuerpos de agua. Además, los componentes tóxicos presentes en los RAEE, al entrar en contacto o ser ingeridos, pueden causar graves problemas de salud. Por ejemplo, el plomo puede afectar el sistema nervioso, el mercurio puede ser perjudicial para el sistema reproductivo y el cadmio puede causar daño renal”, explicó Joseph Espejo, gerente de Ventas y Valorización de Ambipar Environment Perú.
La gestión y valorización de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, también llamado “minería urbana”, consiste en recuperar materiales valiosos, como minerales, de los residuos electrónicos desde depósitos secundarios. Estos, a diferencia de la extracción de metales de yacimientos naturales, no utilizan recursos naturales como el agua, mitigando así el impacto ambiental. Asimismo, minimiza la deforestación, la degradación del paisaje y evita la generación de gases de efecto invernadero (GEI).
La minería urbana, a su vez, posibilita que las compañías de tecnología, telecomunicaciones, automovilística, entre otras, ahorren grandes cantidades de energía, recursos naturales y hasta recursos económicos. Asimismo, al optar por el aprovechamiento de RAEE se adaptan al concepto de economía circular, brindándole un nuevo uso a los minerales.
“Al adoptar el reciclaje de RAEE, no solo protegemos nuestros preciados recursos naturales, sino que impulsamos una nueva economía más sostenible y responsable. La solución está en ver más allá. Desde Ambipar, estamos liderando este cambio en Perú al implementar un modelo de economía circular que transforma el residuo en recurso”, mencionó Espejo.
Ambipar tiene un compromiso con la gestión responsable de los RAEE y considera a los residuos como “recursos valiosos”, que, mediante un proceso de valorización, pueden reintegrarse en la cadena de producción, bajo el concepto de economía circular. Su innovadora planta en Villa El Salvador ya ha valorizado 800 toneladas de RAEE en un año, y tienen objetivos aún más ambiciosos. Al cierre del 2023, la compañía espera superar las 1000 toneladas de RAEE ingresadas a planta.