A partir del 2 de abril, los países que compren petróleo o gas de Venezuela deberán pagar un arancel del 25% en sus transacciones con Estados Unidos, según el anuncio de Donald Trump. La medida agrava las tensiones con el gobierno de Maduro.
El presidente Donald Trump ha anunciado una nueva medida económica que afecta directamente a las transacciones internacionales relacionadas con Venezuela. A partir del 2 de abril, todos los países que compren petróleo o gas de Venezuela deberán pagar un arancel del 25% sobre cualquier comercio que realicen con Estados Unidos. Esta medida, que el presidente calificó como un “arancel secundario”, es parte de su estrategia para presionar al gobierno de Nicolás Maduro.
Trump justificó la imposición de estos aranceles citando diversas razones, entre ellas las relaciones hostiles de Venezuela hacia Estados Unidos y la presencia de grupos criminales en el país. Mencionó específicamente a la pandilla Tren de Aragua, que su administración designó como organización terrorista global.
Además, el mandatario indicó que Venezuela ha enviado a Estados Unidos a delincuentes de alto rango y personas violentas, lo que agrava las tensiones entre ambos países. «Venezuela ha sido muy hostil hacia Estados Unidos y las libertades que defendemos», recalcó Trump en su declaración.
Este anuncio se suma a las sanciones previas que ya afectan a Venezuela, entre ellas la revocación de la licencia que permitía a la petrolera estadounidense Chevron operar en el país. A principios de este año, Trump dio de plazo hasta el 3 de abril para que Chevron liquidara sus operaciones en Venezuela.
Venezuela, que en diciembre de 2024 exportó cerca de 296,000 barriles diarios de petróleo a Estados Unidos, se enfrenta a nuevas sanciones que podrían tener efectos importantes en su economía. El gobierno de Maduro, por su parte, ha condenado las acciones de Estados Unidos y considera las sanciones como una agresión injustificada.
El panorama de tensión se intensifica tras la invocación por parte de Estados Unidos de una ley de guerra de 1798 contra el Tren de Aragua y el envío de 238 venezolanos a El Salvador, lo que Caracas considera un secuestro. La relación entre ambos países sigue siendo un tema complejo, especialmente después de que Maduro rompiera relaciones diplomáticas con Washington en 2019.