Brasil y Venezuela pese a ser dos de los países con mayor producción están por debajo de esta mina.
En Sudamérica, Brasil se destaca como uno de los principales productores de oro debido a la abundancia de yacimientos auríferos en su territorio y a una industria minera bien desarrollada. Sin ir más lejos, recientemente, el Servicio Geológico Brasileño confirmó la existencia de 94 nuevos yacimientos. Venezuela, pese a su situación también es reconocida por sus significativas reservas del metal. De acuerdo a los datos del Consejo Mundial del Oro, en 2023, las reservas venezolanas se ubicaron en 161,22 toneladas métricas, siendo una de las más altas en el continente americano después de Estados Unidos. Pese a ello ninguno de estos países posee la mina de oro más grande de la región.
La mina de Yanacocha, ubicada en la región de Cajamarca, es considerada la mina de oro más grande de Sudamérica y una de las más importantes del mundo. Este yacimiento se encuentra en una zona montañosa, entre los 3.500 y 4.100 metros sobre el nivel del mar, y abarca un área de aproximadamente 20.000 hectáreas.
Desde que comenzó sus operaciones en 1993, Yanacocha ha sido un pilar fundamental para la industria minera peruana, aportando significativamente al sector exportador del país. Es operada por la compañía estadounidense Newmont, en asociación con Buenaventura y Sumitomo Corporation.
El método principal utilizado en Yanacocha es la minería a cielo abierto, lo que permite extraer grandes volúmenes de mineral. A lo largo de los años, esta mina ha producido más de 40 millones de onzas de oro, consolidando su lugar como uno de los mayores productores de este metal precioso.
Además, implementa prácticas de minería sostenible, incluyendo programas para reducir su impacto ambiental y contribuir al desarrollo económico de las comunidades cercanas. A pesar de ello ha sido objeto de controversias relacionadas con el medio ambiente y conflictos sociales, principalmente por el uso intensivo de recursos hídricos y el desplazamiento de tierras en la zona. Estas preocupaciones han llevado a que la mina sea monitoreada de cerca por organizaciones internacionales y nacionales.