Desde hace algunos años, múltiples empresas se han venido preguntando qué es la Economía Circular, pues junto con la toma de conciencia acerca de la importancia de formar una sociedad sostenible, nacieron ciertos términos, acciones y herramientas que contribuyen día a día con el bienestar del medioambiente. Es así como hoy, el Perú se ha convertido en un país, donde distintas entidades, han implementado la circularidad entre sus operaciones.
“Actualmente, es imposible hablar de un avance en las industrias o empresas dejando de lado ciertos elementos tales como la sostenibilidad, huella de carbono, el efecto invernadero o la economía circular. Esto se debe a que vivimos en un mundo en el cual millones de personas han logrado interiorizar los efectos que tienen distintas acciones a nivel corporativo en el medio ambiente. Es así como, para aminorar tales efectos, realizar distintos tipos de estudios ambientales se ha vuelto fundamental en las empresas. En WES estamos trabajando de la mano con múltiples compañías mineras, energéticas, de consumo masivo y de otros sectores, a modo de contribuir con el cambio positivo que deberíamos de fomentar a nivel global”, comentó Luis Barba, Gerente General de WES.
La economía circular es un modelo de producción y consumo que establece reutilizar, reparar, renovar y reciclar materias primas la mayor cantidad de veces que sea posible, a modo de que el ciclo de vida de los productos se extienda, pretendiendo generar muchos menos residuos entre la sociedad. Además, como ya se ha demostrado, este método podría reducir hasta en un 99% los residuos de ciertos sectores industriales, así como la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo con el cuidado del medio ambiente y combatir el cambio climático. Una de estas industrias que, además, juega un rol fundamental en el desarrollo de la circularidad, es la Energética.
Las compañías del sector energético están enfrentado un importante proceso de transformación al pasar de una economía lineal, caracterizada por desechar lo que ya se usó, a este nuevo modelo de economía circular, por lo cual han adoptado una nueva perspectiva al analizar el uso de los recursos a modo de reducir los riesgos asociados con sus modelos comerciales. Este enfoque se basa en la reducción y reciclaje de las materias primas, la regeneración de los residuos y la restauración de los entornos ambientales afectados por la actividad energética, así como la gradual disminución del consumo de energías convencionales.
Este cambio permitirá explorar nuevas fuentes de energía más sostenibles para nuestro planeta, en un momento en que el agotamiento de recursos naturales es evidente. Además, numerosas tecnologías con potencial para impulsar la circularidad están en el foco de las industrias energéticas.
Finalmente, se puede afirmar que el desarrollo sostenible y la economía circular son conceptos que se están adoptando globalmente, reflejando una mayor conciencia ambiental en la sociedad y en las empresas. En un futuro cercano, las compañías relacionadas con el rubro energético serán aquellas que se adapten eficazmente a fuentes de energía limpia, como la solar, la eólica y la marina.