Por Javier Ojeda Laso, General Manager de Approbe
No deja de ser una paradoja que una semana antes de conmemorar el Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se celebra cada 5 de marzo, quedaran a oscuras desde dejar desde la Región de Arica y Parinacota hasta Los Lagos por una falla en la estación Nueva Pan de Azúcar que repercutió en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
El principal problema estuvo en que el servicio tardó demasiadas horas en reponerse, lo cual complicó las actividades diarias de la población y causó pérdidas para la actividad económica nacional.
El martes 25 de febrero pasadas las 15 horas hubo una falla en la línea de transmisión Nueva Maitencillo- Nueva Pan de Azúcar, que se encuentra en el Norte Chico, entre las ciudades de Vallenar y Copiapó, por “la activación no deseada de los esquemas de protección y posteriormente la desconexión automática del doble circuito del tendido, provocando un efecto dominó que termina por desplomar al SEN.
La caída del Sistema tendría varios responsables, tanto del sector privado como público y tanto en las empresas de generación, que debían reponer la entrega de energía, como las transmisoras, en donde se originó el desperfecto como el SEN que tuvo varios fracasos antes de volver a entrar en operaciones.
Esta fue la antesala del Día Mundial de la Eficiencia Energética 2025, cuyo objetivo es advertir la necesidad de reducir el consumo de energía mediante su uso razonable y sostenible.
¿Podemos hablar de reducir el consumo a través de un uso razonable y sostenible cuando el sistema nacional al parecer necesita varias mejoras para evitar el riesgo de que vuelva a dejarnos a oscuras?
A nivel doméstico, las recomendaciones que se formulan con motivo del Día Mundial de la Eficiencia Energética se relacionan con el uso de la calefacción, del aire acondicionado y algunos artefactos de la cocina, entre otros. Lamentablemente estas ideas, que son sencillas y fáciles, son inviables cuando hay cuatro millones de hogares sin energía eléctrica como el pasado 25 de febrero.
¿Qué podemos hacer? Faltó muy poco para que el Día Mundial de la Eficiencia Energética lo hubiésemos tenido que celebrar en la más completa oscuridad.
El mega corte del 25 de febrero surgió en el sistema de transmisión, pero las fallas podrían ocurrir en las generadoras, las cuales se clasifican en termoeléctricas, hidroeléctricas, fuentes eólicas, de energía geotérmica, biomasas, biogás, y fotovoltaicas, entre otras, según la fuente que usan.
Las centrales termoeléctricas y las plantas de generación fotovoltaicas pueden verse afectadas por el polvo en suspensión de los caminos de tierra al subir las probabilidades de daños en los equipos, disminución del rendimiento y un aumento en el número de mantenciones, entre otras dificultades.
Hay que evitar cualquier riesgo, para lo cual convendrá controlar y reducir el polvo en suspensión de los caminos de tierra con productos que modifiquen físicamente las partículas, aumentando la humedad del suelo y retrasando la evaporación del agua.
Lo anterior es relevante si consideramos que uno de los desafíos en este campo es la digitalización de la red energética, que con el apoyo de la inteligencia artificial podrá contribuir al éxito de la transición a energías renovables y limpias. Ahora, ninguna digitalización será posible si los equipos encargados de concretar este avance no se encuentran en óptimas condiciones.