En el encuentro empresarial organizado por la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa, Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) abordó los desafíos regulatorios, geopolíticos y tecnológicos del sector bancario.
El pasado jueves 20 de febrero la Cámara de Comercio Hispano Portuguesa (CHP) organizó un encuentro con Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), donde junto con António Calçada, Presidente de la cámara e interlocutor de la conversación, se abordaron temas clave que marcan la actualidad del sector bancario en Iberia y Europa.
Geopolítica y autonomía estratégica de Europa
El actual escenario internacional presenta desafíos y gran incertidumbre geopolítica, con tensiones comerciales derivadas de la actual presidencia estadounidense, el impacto del conflicto en Ucrania y los esfuerzos de Europa por consolidar su autonomía estratégica en un mundo multipolar. En este sentido, Kindelán hizo especial hincapié en la necesidad de tener una “Unión Bancaria Europea que incluya un fondo de garantía de depósitos único”, junto a un marco regulatorio que “supere la actual fase de prudencia derivada de las crisis anteriores y permita avanzar en la agenda de autonomía estratégica abierta”.
Kindelán aseguró que “todavía no se puede hablar de desregulación pero sí de una voluntad política de simplificar la regulación europea en pos de la innovación y de los avances en nuestra ambiciosa hoja de ruta.”
Sobre el contexto en concreto de la banca en Europa, tanto Alejandra Kindelán como António Calçada, coincidieron en la falta de armonización, fruto de una normativa que genera frustraciones, de una falta de liderazgo y de espacio de mejora en la gestión de la misma.
“Necesitamos otro momento Euro, un momento de liderazgo, de soberanía y de unión entre los países europeos. Es el momento de estar en Bruselas, donde se están jugando muchas cuestiones, para evidenciar que es el momento de actuar”, sentenció Kindelán.
Finalmente, se mencionó que Iberia, goza de una buena situación económica, donde tanto Portugal como España han superado la crisis, y ofrecen cifras de crecimiento cuando otros países están en recesión.
Innovación y competencia tecnológica
El sector bancario se identifica como una industria altamente innovadora que compite con empresas tecnológicas de vanguardia. “Cuando la banca financia el 75% de necesidades de inversión que necesitan las empresas en Europa, estamos llamados a jugar un papel muy relevante en temas de innovación y competencia tecnológica”, afirmó Kindelán.
Además, se resaltó la apuesta de la banca por la digitalización y la inversión en tecnología para ofrecer mejores servicios a los clientes y mantenerse a la vanguardia del sector financiero. Tal y como ejemplificó en su intervención, «un gran éxito es Bizum, que nos ayuda a hacer frente, como sector, a todos los nuevos entrantes en el mundo de pagos y que ahora está buscando la interoperabilidad con países como, por ejemplo, Portugal«.
El encuentro, realizado con la colaboración de BDO, finalizó con un mensaje optimista tanto de la banca española como la portuguesa, donde ambas gozan de buen tono y se puede afirmar que existe un compromiso de la banca en Iberia con la estabilidad económica, la innovación y la seguridad financiera.