A pesar del avance del sector agroexportador, el profesor e investigador de la UP, Óscar Malca, remarca que hay oportunidades de mejora si es que más empresas logran mantener sus exportaciones con continuidad.
Perú se ha caracterizado por ser uno de los países con mayores tasas de crecimiento en la agroexportación: durante la pandemia por la COVID-19, entre 2019 y 2022 registró un avance del 8%. En este periodo las agroexportaciones mostraron una alta concentración de productos y mercados; por ejemplo, a nivel de productos, solo en 2020, 242 de los 602 productos exportados tuvieron un crecimiento mayor que el promedio de 5,13%.
Asimismo, el sector se encontró con mercados emergentes que no había contemplado en otros periodos, tales como países africanos y asiáticos donde los envíos de productos agrícolas aumentaron en más de 100%. Sin embargo, viendo la frecuencia de exportación de las empresas locales del sector, hay todavía espacios de mejora. De acuerdo con Oscar Malca, investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico – CIUP, solo el 16% de estas compañías desarrolla operaciones continuas, mientras que el resto produce y realiza envíos ocasionalmente, denominadas como esporádicas.
Fuente: La continuidad y el desempeño exportador de la empresa peruana (2013)
“Esta tendencia de entrar y salir del mercado esporádicamente es un costo de oportunidad, tanto para el país como para el propio empresario”, señaló Malca. En esa línea, el investigador remarcó que esta acción afecta la imagen de las empresas que tienen continuidad y que vienen construyendo su posicionamiento a nivel internacional.
La investigación, recopilada en el libro Experiencias y lecciones aprendidas en la lucha contra la COVID-19 (2023), del Fondo Editorial de la Universidad del Pacífico, demuestra que las barreras asociadas a este comportamiento se encuentran ligadas a la falta de capacidad gerencial para la internacionalización.
A partir del análisis de 119 encuestas dirigidas a empresas de diferentes sectores en 24 de las 26 regiones del país, se encontró un déficit en las capacidades de exportación, tales como problemas de gestión de las relaciones comerciales internacionales, de comunicación, así como la necesidad de desarrollar inteligencia comercial con el objetivo de mejorar la competencia internacional, consolidar los mercados en los cuales ya nos encontramos, diversificar mercados, así como ampliar el portafolio de productos a exportar.
Propuestas para la agroexportación
El índice de capacidades exportadoras se encuentra por debajo del 50% en cinco de las seis capacidades evaluadas, por ello, Malca explica que una de las acciones a realizar es la recuperación de aquellos mercados emergentes que surgieron tras la pandemia, a través de investigaciones, misiones empresariales y otras actividades de promoción que permitan dimensionar el potencial de cada oportunidad, así como desarrollar los contactos comerciales necesarios para afianzar una mayor participación.
Para lograrlo, el investigador CIUP resalta la necesidad de un trabajo articulado entre las autoridades del Estado y el sector privado, en el que se busque posicionar los productos peruanos en los mercados internacionales, reforzando tanto el diseño como la gestión de las políticas de promoción de exportación. En ese sentido, se considera necesario revisar y relanzar la ley de promoción agraria, ya que esta contribuyó a la generación de empleo y la articulación de empresas a las cadenas globales.
Bajo este compromiso, el segundo paso vendría por parte de las empresas y su inversión para mejorar desempeño agroexportador, dado que este marco legal también se convierte en una garantía para mantener el crecimiento de los últimos años y fortalecer las capacidades gerenciales para la internacionalización de las empresas.