El mercado inmobiliario joven está priorizando comunidades urbanas con áreas compartidas y servicios integrales sobre grandes espacios. Este cambio responde a la búsqueda de una vida más funcional, conectada y sostenible.
Las ciudades están experimentando una transformación en la manera en que las personas eligen sus hogares y Lima no es la excepción. Los jóvenes profesionales y los nuevos compradores ya no buscan únicamente un departamento amplio para habitar, sino que prefieren espacios más compactos, que integren comodidades y áreas comunes que respondan a sus necesidades diarias y estilos de vida. Esta tendencia hacia las comunidades urbanas multifuncionales está redefiniendo el mercado inmobiliario, con proyectos que ofrecen no solo vivienda, sino también una amplia gama de servicios y experiencias que permitan elevar su calidad de vida dentro del mismo edificio.
El auge de las comunidades urbanas: espacios compartidos y funcionales
La preferencia por departamentos compactos, pero en edificios que cuenten con áreas comunes como coworking, salas de baile, gimnasios, salas de entretenimiento y zonas al aire libre ha crecido exponencialmente en los últimos años. Según un estudio de PwC sobre tendencias inmobiliarias, los compradores más jóvenes, especialmente los Millennials y la generación Z, valoran más la funcionalidad y la conectividad de los espacios compartidos que el tamaño del departamento. Para ellos, un hogar que ofrezca servicios integrados y áreas de interacción social es una prioridad.
La demanda de este tipo de comunidades urbanas no solo responde a la búsqueda de una mejor calidad de vida, sino también a la necesidad de balancear las actividades personales y profesionales en un solo lugar. Espacios de coworking, zonas de entretenimiento, gimnasios y áreas para mascotas son algunas de las facilidades más solicitadas por los nuevos compradores y rentadores. Un informe de CBRE Group indica que el 65% de los nuevos residentes de grandes ciudades como Lima están optando por viviendas más pequeñas, pero con acceso a este tipo de servicios, lo que les permite ahorrar tiempo y dinero al tener todas las comodidades en su propio edificio.
La tendencia de las comunidades urbanas también se alinea con los valores de sostenibilidad y optimización de recursos. Los jóvenes compradores están cada vez más interesados en reducir su huella ecológica, por lo que prefieren viviendas más pequeñas y eficientes en distritos bien conectados con el transporte público y zonas comerciales. Además, las áreas comunes compartidas permiten un uso más eficiente de los espacios y recursos, lo que contribuye a una vida más sostenible.
«Los nuevos compradores no solo buscan únicamente un lugar donde vivir, sino un espacio que les ofrezca soluciones integrales para su día a día», comenta William Ticona, gerente general de Grupo TyC. «La preferencia por departamentos más pequeños, pero en edificios con áreas compartidas refleja un cambio en las prioridades, donde la comodidad, el acceso a servicios y la conectividad juegan un rol crucial», explica.
En respuesta a esta creciente demanda de comunidades urbanas, proyectos como Mural, desarrollado por Grupo TyC en un distrito de alto movimiento como Lince, están diseñados para ofrecer espacios compartidos que satisfacen las necesidades de los jóvenes profesionales y pequeños inversionistas. Con departamentos compactos de entre 20 m² y 55 m², Mural incluye una gama de áreas comunes que van desde coworking, pet zone, piscina, hasta una sala gourmet y biohuerto, que responden a las demandas de quienes valoran más la funcionalidad y el acceso a servicios que el tamaño del departamento. «Mural refleja la tendencia actual de los compradores jóvenes que buscan optimizar su espacio sin sacrificar comodidad ni accesibilidad. Este proyecto está pensado para ofrecer una experiencia completa dentro del mismo edificio, integrando las áreas compartidas que hoy en día son clave para la vida urbana moderna», asegura Ticona.
Con la limitación de construcción de departamentos compactos en distritos como San Isidro debido a las regulaciones municipales, distritos como Lince, Jesús María y Santa Beatriz se están consolidando como las nuevas áreas de desarrollo para proyectos que responden a esta demanda. Estas zonas, bien conectadas y en pleno crecimiento, están atrayendo a desarrolladores que entienden las nuevas necesidades del mercado inmobiliario en Lima.
El crecimiento de estas comunidades urbanas está abriendo oportunidades para que más personas accedan a viviendas que les permiten vivir y trabajar de manera eficiente, sin la necesidad de grandes desplazamientos. Estos proyectos no solo ofrecen vivienda, sino también un entorno que fomenta la interacción social y la calidad de vida.