Por: Dr© MBA Fernando Garcia – Rada Anderson, Economista y Bachiller en Derecho Corporativo Socio Estudio Garcia – Rada & Asociados – Derecho Financiero
Cuando hablamos de créditos, hablamos de facilidades de acceso a productos y servicios en los mercados, ya sean estos en forma directa por medio del crédito llamado “Crédito Proveedor” o también conocido como “Crédito Comercial”, en donde el crédito en estricto es un instrumento de la venta, que sí, también es producto financiero pero con objetivo específico y direccionado a esta venta de producto o de servicio que comercializa el otorgante del mismo crédito, y la forma indirecta es a través del “Crédito Financiero” o “Bancario”, el mismo que constituye un producto financiero en estricto, y es otorgado por instituciones financieras cuyo negocio son los servicios financieros, es decir captar y colocar dineros, así el tomador de crédito, con el dinero obtenido buscara adquirir algún producto o servicio en la economía, siendo esta – la economía -, el destino final de todos los dineros productos de los créditos sea cual fuera su forma.
Entonces, corresponde primero identificar la naturaleza del producto financiero llamado (o mal llamado) “Crédito”, la pregunta es: que es lo que consumimos?, generalmente en mis salones de clases hago esta pregunta y a pesar de ser algo simple, no muchas veces llegamos a la respuesta, se dice que es el dinero, y no lo es, se dice que son los productos y servicios a los cuales accedemos, y no lo es, lo cierto es que el crédito es un producto intangible, si, lo es; es un producto de futuro, si lo es – de allí nace su riesgo-, y si quisiéramos decirlo de una forma más simples es nada más que “el alquiler del dinero”, si, es un simple arriendo de dinero, donde lo que consumo con este es el uso del dinero, y por eso es lo que pago, y por tanto el costo del producto, es lo que llamamos la “Tasa Costo”, o más conocida en los mercados financieros como la TCEA (Tasa costo efectiva anual con muertos y heridos, es decir gastos y comisiones adicionales al propio costo del dinero), este arriendo del dinero es similar a cualquier arriendo (como por ejemplo de viviendas o vehículos), sino que a diferencia de estos últimos que arriendan un bien “Único”, el dinero es un bien llamado no único o “Fungible”, es decir es consumible – que realmente no lo consumes sino lo usas-, y su naturaleza es que representa un valor monetario más allá de su medio por el cual se representa, y por tanto, solo devolverás su valor equivalente en el tiempo, en cambio en los otros productos necesariamente devuelves el bien ya que su consumo no lo extingue (solo lo desgasta), esa es la diferencia básica entre un producto financiero y uno que no lo es.
Habiendo definido, la naturaleza misma del Crédito, como producto financiero, y también habiendo identificado su naturaleza futura, concluimos inequívocamente que incorpora un “Riesgo Propio”, que es el repago mismo del crédito, esto, claro está, adicional al riesgo sistémico que asumimos y que es de costo fijo, y sobre el cual no podemos minimizar sino solo provisionarlo (Riesgo sistema en sus diversas formas como: el político, de tipo de cambio, económicos como inflación y otros, fenómenos naturales, y hasta los caprichos de Trump), es así como para evaluar, cuantificar y segmentar estos riesgos, deberemos de recurrir a las metodologías llamadas “Políticas de Créditos”, que son las formas como procederemos y aplicaremos las técnicas para la evaluación integral de ambos riesgos antes de su otorgamiento.
Entonces, dado que este es un producto financiero, y como tal debe de basarse su evaluación en “Técnicas Financieras” deberemos de recurrir a los Fundamentos Financieros, como son : La Rentabilidad, El Riesgo y La Liquidez, sin embargo es importante señalar que esta técnica constituye la parte “Cuantitativa” del crédito, la cual como técnica que es, funciona si se aplican las herramientas adecuadas; Sin embargo hay otro factor más relevante a esta técnica, y que debe de tenerse en cuenta al evaluarse un crédito y que constituye, la evaluación “Cualitativa”, la misma que representa los aspectos subjetivos pero relevantes, que en su representación final son la “Ética” y la “Moral”, principios básico que todo evaluado deberá de pasar previamente a la técnica financiera, esto dado que poco importara los resultados técnicos de la evaluación, si estamos ante un sujeto inmoral, antiético o peor aún, ilegal, los aspectos cualitativos deberán de formar parte del primer filtro de evaluación crediticia, para una vez superado este pasar a las técnicas cuantitativas, que representaran el segundo filtro de la evaluación crediticia.
De estas ambas técnicas , se postulan los “Principios Básicos del Crédito”, que son la “Capacidad, el Respaldo y la Moral”, siendo los dos primeros de orden cuantitativos, y la ultima de orden cualitativo, esta última como mencionamos por su carácter subjetivo no existe técnica determinada, para identificarlo, así lo que deberemos es identificar la ética, moral y antecedentes según esto, siendo la primera búsqueda en las centrales de riesgos, pero no la última, ya que pasara hasta filtros de Google, vecinos, proveedores, etc., toda fuente que pueda darme pistas de estos conceptos, siendo por ejemplo que al consultar los accionistas encontramos testaferros “dudosos”, este hecho refleja en forma indirecta actos antiéticos o inmorales, ya que involucran hechos ocultos de dudosa reputación, siendo suficiente para descalificar moralmente al solicitante del crédito.
En cuanto a la capacidad, es simplemente la primera pregunta que debo de hacerme -o hacerle-, me podrás pagar el crédito en las condiciones pactadas?, claro que podremos recibir fuertes apretones de manos, como señal de promesa, o juramentos por divinidades, o seres muy queridos, sin embargo, esto es claramente floro, es decir simple dichos sin sustento técnico, para verificar técnicamente esto deberemos de recurrir a las técnicas financieras o lo que se le denomina en el argot financiero como “Tecnologías Crediticias”, que no es otra cosa que las evaluaciones de capacidades financieras por medio de los estados financieros en las empresas y negocios en general, y para personas un simple recuento de ingresos y obligaciones, por tanto la capacidad de pago es el primer principio del crédito, insustituible, así que no importara cual será la garantía, si no hay capacidad no hay crédito (Claro de esto solo se excluye las garantías que llamaremos re-liquidas, que son aquellas que no se debe de recurrir a la cuasi justicia para poder ejecutarla, como por ejemplo depósitos en efectivo, cartas fianzas de primer orden u otros bienes realizables directamente), luego de pasado el filtro de la capacidad, deberemos de buscar el segundo principio del crédito, que es el respaldo, el mismo que como su nombre lo indica, respaldara al deudor (y por ende al acreedor), ante una eventual pérdida de capacidad, esto toda vez que la capacidad determinada en paso previo, es pasada, y existe siempre la probabilidad (que su grado determinara el riesgo) de que sea afectada, parcial o finalmente en su totalidad (Claro que es más parcial que total), entonces acá, es cuando el respaldo entra en acción, este por principio técnico debe de ser 100%, lo cual indica la solvencia económica, es decir con mi patrimonio puedo respaldar el 100% de mis deudas, claro que no todos los créditos gozan de este atractivo indicador, siendo por ejemplo que las Pymes exceden y hasta duplican o triplican este indicador, lo cual definitivamente le dan más riesgo al crédito. Este respaldo si puede ser trasladado de terceros por medios de garantías reales o personales, es decir si no cuento con el respaldo necesario para cubrir un crédito, puedo solicitarle a mi cuñado que me avale o afiance solidariamente, así su casa en forma indirecta (por medio de aval), o en forma directa (por medio de hipoteca), me servirá de respaldo para mi crédito solicitado, siendo por demás claro que el cuñado asumirá finalmente mi riesgo de crédito, ya que el acreedor se los trasladara por la vía directa o judicial, claro esto es muy favorable para los acreedores, pero riesgoso para los cuñaditos y afines.
Finalmente, sobre la moral y ética ya nos mencionamos, solo resaltar que esta no es sustituible por ningún tipo de garantías, y reiteramos es el primer filtro de evaluación.
Considerando los conceptos indicados, las técnicas y herramientas adecuadas, el crédito es un instrumento financiero de generación de valor, es decir doy crédito para ganar dinero, tanto en forma directa o indirecta, y que es de observancia obligatoria las técnicas mencionadas, ya que caso contrario destruirá valor en dimensiones maximizadas.