Hasta octubre de este año, se han registrado más de 1.4 millones de operaciones de factoring, lo cual demuestra que esta sigue siendo una herramienta importante para el financiamiento de las mipymes y para el crecimiento de la economía del país.
El Perú es una economía en constante crecimiento, con más de 3.3 millones de empresas activas. En este panorama, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) representan más del 95% del total, consolidándose como la columna vertebral del ecosistema empresarial del país. Para ellas, el factoring se ha posicionado como una de las mejores alternativas de financiamiento para acceder a liquidez inmediata y tiene un gran potencial a seguir creciendo en el 2025.
Según Francisco Marshall, gerente general de Liquidez Capital Perú, esta herramienta es especialmente atractiva para este grupo de emprendedores porque les permite adelantar el cobro de sus facturas de manera casi inmediata, en lugar de esperar los 60 o 90 días que usualmente toma el pago por parte del deudor. De esta manera, mediante la venta de sus facturas, pueden recuperar capital para reinvertir en sus negocios o, en muchos casos, cubrir costos esenciales como el pago a empleados, alquiler de locales o reposición de mercancía.
Una industria con potencial de crecimiento en una economía emergente
Marshall explica que en la actualidad operan cerca de 100 empresas de factoring en el país, lo cual impulsa la competencia en el mercado. Durante la pandemia, estas operaciones aumentaron significativamente, ya que muchos emprendimientos necesitaban liquidez inmediata ante la falta de financiamiento bancario. Esta situación aún persiste. “En el Perú, de las más de 2.8 millones de mipymes [con ventas menores a 1,700 UIT anuales (S/8´755,000)], solo el 24% accede a préstamos bancarios. Esto se debe principalmente a que muchas no cumplen con los estrictos requisitos de los bancos, por lo que suelen depender de cajas, cooperativas o recursos personales como tarjetas y créditos. En este contexto, las empresas de factoring se han presentado como una solución”, explica el ejecutivo.
Con los años, la industria del factoring se ha vuelto más accesible para los emprendedores gracias a la implementación de la factura negociable, obligatoria desde la modificación de la Ley 29623. Desde entonces, los sectores más dinámicos en la negociación de estas cuentas han sido el comercio, construcción y, de forma creciente, la agroindustria y pesca. Con el avance económico se proyecta un aumento en la colocación de facturas y en el número de empresas que opten por negociar sus derechos de cobro.
Si bien se trata de una industria relativamente nueva, tiene un mercado disponible con mucho espacio para seguir creciendo y alcanzar las cifras de otros países en la región. En Perú, las operaciones de factoring alcanzaron el 4.3% del PBI nacional en 2023; mientras que en Chile alcanzaron un 12%, seguido por México con un 9% y Colombia con cifras entre el 5% y 6%. En Europa, estos números son aún mayores, superando el 25% del PBI.
“Hasta octubre de este año, la negociación de facturas alcanzó los S/ 34,780 millones, al registrar un número acumulado de 1,436,899. El monto ha superado en un 14.3% el registrado en el mismo período de 2023, y para el próximo año se espera que esto siga creciendo”, expresa el ejecutivo.
El gerente general de Liquidez Capital Perú precisa que el factoring no solo promueve la inclusión financiera y estimula el crecimiento económico, sino que lleva a la regularización de facturas ante la SUNAT. Esto podría motivar a más micro, pequeñas y medianas empresas a formalizarse mientras buscan financiamiento y liquidez inmediata.
Sin embargo, la industria aún enfrenta desafíos importantes, como la dificultad de las grandes empresas para adaptarse a los plazos legales y la limitada participación del Estado. “Del total de operaciones con facturas en el país, el 50% corresponde a empresas estatales. Entonces, estamos frente a una gran cantidad de facturas que no se pueden negociar y que tampoco se regularizan debido a complejidades legales del mismo Estado”, explica el ejecutivo.
El potencial del factoring en el Perú es indiscutible. Este mecanismo, según Francisco Marshall, es uno en el que “todos ganan”: el pequeño empresario obtiene la liquidez inmediata que necesita; los deudores o bancos simplifican sus operaciones al centralizar los pagos en un solo agente (las empresas de factoring), en lugar de gestionar múltiples proveedores o emprendedores; y el Estado se beneficia al promover la regularización de facturas. Pero para garantizar su máximo potencial, es fundamental abordar los retos pendientes mediante un esfuerzo colaborativo entre el sector público y privado.