El frágil equilibrio de los mercados globales

Por Felipe Mendoza, Analista de Mercados Financieros ATFX LATAM

El panorama financiero global atraviesa una fase de alta volatilidad, marcada por la tensión comercial entre Estados Unidos y sus principales socios, la política monetaria de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, y el desarrollo de los conflictos geopolíticos que impactan en las expectativas de los inversores. La incertidumbre sobre los aranceles, la inflación y la evolución de las tasas de interés continúan siendo los principales catalizadores de los mercados en las últimas jornadas.

En Estados Unidos, la política comercial de la administración Trump ha generado una fuerte reacción tanto en el ámbito político como en los mercados. La decisión del presidente Trump de duplicar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio de Canadá, elevándolos al 50%, ha provocado represalias inmediatas por parte de Ottawa, que ha anunciado aranceles de represalia por 29.800 millones de dólares canadienses. La Unión Europea también ha reaccionado con rapidez a estas medidas, imponiendo contra aranceles sobre productos estadounidenses por valor de 26.000 millones de euros, intensificando así la guerra comercial en curso. No obstante, Trump dejó entrever la posibilidad de revertir estos aranceles en los próximos días, mientras su administración evalúa el impacto de estas medidas.

En el sector hipotecario, las solicitudes de hipotecas en EE. UU. han caído un 11,2% respecto al 20,4% de la semana anterior, con una reducción en la tasa hipotecaria a 30 años del 6,73% al 6,67%. En tanto, el índice Redbook de ventas minoristas ha mostrado un debilitamiento, con un crecimiento anual del 5,7%, por debajo del 6,6% del período anterior. Por otro lado, el índice JOLTS de ofertas de empleo sorprendió al alza con 7,74 millones de vacantes, superando las estimaciones del mercado, lo que ha generado ajustes en las expectativas sobre la política monetaria de la Fed.

El sector corporativo también ha estado en el centro de la atención. Ford ha sido señalada como una de las mayores víctimas de los aranceles de Trump sobre los metales, debido al impacto en el costo de producción del F-150, su vehículo más vendido. En el ámbito tecnológico, Trump se ha reunido con ejecutivos de IBM, Dell y HP, asegurando que Estados Unidos contará con los mercados más grandes que jamás haya tenido. Mientras tanto, Boeing sigue enfrentando desafíos en la estabilización de sus operaciones en medio de las tensiones comerciales y geopolíticas.

En el sector financiero, Goldman Sachs ha reducido su objetivo para el S&P 500, citando riesgos persistentes en torno a la inflación y la política monetaria. Los economistas anticipan que la inflación en febrero será más moderada que en enero, con un incremento esperado del 0,28% tanto en el IPC general como en el subyacente, lo que podría reducir ligeramente las tasas anuales. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha advertido que, en caso de grandes shocks, el riesgo de una inflación más persistente aumenta significativamente.

En Europa, la economía de la eurozona sigue enfrentando dificultades debido a los altos tipos de interés. Centeno, del BCE, ha señalado que el crecimiento sigue lastrado por la política monetaria restrictiva, lo que genera preocupaciones sobre una desaceleración prolongada. En Alemania, Habeck, de los Verdes, ha rechazado la reforma del freno de la deuda, poniendo en entredicho la capacidad del gobierno para cumplir con sus promesas electorales sin comprometer la estabilidad fiscal.

Las grandes corporaciones europeas han reportado sus resultados trimestrales con cifras mixtas. Puma ha informado ingresos de 2.290 millones de euros y un EBIT de 109 millones, en línea con las expectativas. Porsche, por su parte, ha superado las previsiones con ingresos de 40.080 millones de euros y un beneficio operativo de 5.640 millones, confirmando su capacidad de generar sólidos márgenes de rentabilidad. La automotriz ha anunciado un dividendo de 2,30 euros por acción, superando la previsión de 2,14 euros.

En Asia, el Banco de Japón ha reiterado que no tiene planes inmediatos de intervenir en los mercados, pese a que los rendimientos de los bonos a 10 años han alcanzado su nivel más alto desde 2008. La inflación mayorista anual de Japón se situó en el 4% en febrero, por encima del objetivo del 2%, lo que incrementa la probabilidad de que el BoJ suba los tipos de interés. Según Nomura, el banco central japonés podría elevar los tipos en 25 puntos básicos en julio de 2025 y enero de 2026.

A nivel geopolítico, las tensiones entre Rusia, EE. UU. y Ucrania continúan marcando la agenda. Ucrania ha aceptado la propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días a cambio de recuperar la ayuda militar, lo que ha sido respaldado por Washington y Kiev en una declaración conjunta tras su reunión en Arabia Saudí. Sin embargo, fuentes rusas han expresado escepticismo sobre la viabilidad de este acuerdo, lo que mantiene la incertidumbre sobre la evolución del conflicto. Trump ha señalado su intención de hablar con Putin en los próximos días, mientras que el Kremlin ha indicado que está estudiando atentamente las declaraciones emitidas tras las conversaciones.

En conclusión, la volatilidad en los mercados persiste debido a la combinación de factores geopolíticos, comerciales y monetarios. Las tensiones arancelarias, la inflación y la política de los bancos centrales seguirán siendo los principales motores de la incertidumbre en las próximas semanas, con los inversores atentos a los próximos desarrollos en las relaciones entre EE. UU., Europa, China y Rusia, así como a la evolución de los datos económicos clave.