Humberto Wu, Consultor Industrial de Colliers nos comenta que las continuas cuarentenas y lockdowns que afectaron el intercambio internacional durante la pandemia, así como los conflictos bélicos, como el que hoy enfrenta a Rusia con Ucrania, han llevado a los expertos a buscar soluciones ante la reapertura paulatina del comercio.
Estas interrupciones de las cadenas de suministro han llevado a muchas empresas multinacionales a replantearse sus operaciones de producción a través de modelos como el nearshoring.
El nearshoring, cuya traducción literal es “localización cercana”, consiste en la relocalización de la cadena de valor, pero a destinos cercanos al país de origen, con el mismo huso horario de preferencia.
De este modo se subcontrata a empresas de otros países cercanos, a una distancia aproximadamente no mayor a cuatro horas de viaje en avión.
De esta manera, no solo se bajan los costos, sino que también se busca una necesaria diversificación de las cadenas de valor frente a la concentración asiática, así como a una pandemia que, de repetirse en el futuro, podría condenar a estos empresarios a situaciones similares.
Ventajas
Según el blog del EAE, la implementación del nearshoring tiene varias y muy importantes ventajas para las empresas.
En primer lugar, se consigue un mayor contacto con los subcontratistas, ya que como la comunicación con las empresas subcontratadas se vuelve más sencilla y rápida, el proceso de toma de decisiones también es más veloz y eficiente, y se puede controlar mejor la producción.
Otra ventaja es que la reducción del tiempo del transporte de las mercancías conlleva a su vez la disminución de sus costos. Como la distancia entre la empresa principal y las subcontratadas es ahora menor, las entregas se pueden concretar en un tiempo menor y los costos de ese modo se reducen.
Una ventaja a agregar es que la protección de la mercadería va más alta de la propiedad intelectual, ya que robarla en una ubicación cercana al puerto es más complicado.
También se presentan ventajas en lo referente al conocimiento del mercado. Dado que las diferencias culturales son ahora mínimas con la proximidad de ambos destinos, se podrá estudiar mejor la demanda y conocer el mercado con más detalle.
Se presentan también ventajas en cuanto a la calidad de los productos, que ahora podrá ser mayor puesto que los fabricantes conocen mejor el mercado y el entorno.
Y finalmente hay ventajas en cuanto a un mejor conocimiento del entorno legal. En ese sentido, dado que por lo general los países limítrofes entre sí muchas veces comparten normativa laboral y mercantil, es más sencillo evitar sanciones legales.
El caso peruano
El consultor de Colliers resalta que el Perú tiene una ventaja geográfica de ubicación estratégica en Sudamérica, por lo que ofrece mejores condiciones de comunicación y gestión para las operaciones industriales y de cadena de suministro.
De ese modo, los costos también tendrán una reducción importante en lo referente a los traslados de las importaciones y las exportaciones entre los mercados de Asia y la región.
A ello se suma la ejecución de grandes proyectos de infraestructura, como el megapuerto de Chancay que ya lleva un gran avance a la fecha. A esto hay que agregar el proyecto portuario similar de Corio, y la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, entre otros.