Con una economía próspera y altos niveles de vida, el país está preparado para liderar el crecimiento económico en América del Sur y convertirse en un modelo a seguir.
En 2024 se producirá un sorprendente regreso al escenario económico sudamericano. Un país de esta región ha logrado consolidarse como líder indiscutible y convertirse en una gran potencia en América junto a Estados Unidos y Canadá. Los indicadores económicos del país, incluido un alto PBI per cápita y un crecimiento sostenido, lo colocan por encima de países más grandes como Brasil y México. Este notable logro ha captado la atención del mundo y lo ha convertido en un ejemplo de estabilidad y progreso en una región llena de desafíos y agitación.
El informe del Banco Mundial destaca que si bien el crecimiento global se ha mantenido en un promedio del 2,6% durante los últimos tres años, América Latina y el Caribe enfrentó una caída al 1,8% con expectativas de una recuperación del 2,7% para 2025. En este contexto, este país sudamericano ha afirmado su posición gracias a la diversificación económica, inversiones estratégicas en infraestructura y políticas gubernamentales efectivas.
¿Qué país sudamericano tendrá la mejor economía de la región en 2024?
Uruguay se ha convertido en el país sudamericano con la mejor economía en 2024, marcando una gran diferencia en la región. Según el Banco Mundial, el PBI per cápita del país fue de 18.109 dólares, a la par de las economías avanzadas. Este éxito puede atribuirse al crecimiento económico sostenible y a políticas centradas en el desarrollo humano, la inversión en infraestructura y la diversificación económica.
¿Qué posición ocupa el Perú en el ranking mundial?
Perú, aunque no al nivel de Uruguay, sigue siendo una economía importante en América Latina. A través de la minería y la agricultura, el país del Perú ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. Sin embargo, el PBI per cápita del país es mucho menor que el de los principales países de la región.
Pese a esto, el Perú mantiene su estatus de economía emergente con gran potencial de crecimiento, especialmente si continúa diversificando su economía y mejorando las políticas públicas. El país andino sigue siendo un actor importante en la región con expectativas de un fuerte crecimiento en los próximos años.