- Ana Romero nos explica 6 factores al momento de promover el trabajo en equipo o ‘teambuilding’ en las empresas.
La capacidad para trabajar en equipo es una de las habilidades que más valoran los entrevistadores en los procesos de selección. Es fundamental en el entorno laboral actual, ya que la mayoría de trabajos requieren la colaboración entre colegas, ya sea para proyectos, tareas conjuntas, coordinaciones, entre otros.
En ese sentido, Ana Romero, empresaria y conferencista, nos comparte 6 factores claves que no pueden faltar al momento de promover el trabajo en equipo o ‘teambuilding’:
Sin confianza, no hay equipo. Cuando ‘todo está bien’, es más difícil saber si tu equipo está realmente integrado, conectado o es eficiente. Los momentos de crisis son los que permiten identificar si los integrantes del equipo realmente confían en ellos y en los demás para sacar adelante los proyectos. Las empresas innovadoras no limitan a sus colaboradores, los dejan ser ellos mismos y los impulsan a actuar en base al respeto, valores y cultura de la empresa.
Sentido de pertenencia. No sólo se trata de hablar de ‘trabajar en equipo’, se debe realmente de crear equipo a través del ‘engagement’ o involucramiento con los miembros para lograr una motivación real y sostenible en el tiempo que les permita alcanzar el éxito. Sin este sentido, será más difícil la interacción y consecución de resultados a largo plazo.
Constante comunicación. Los malos entendidos representan estancamiento, retroceso y pérdida de tiempo. Tener una comunicación clara es un pilar fundamental a la hora de trabajar en equipos donde coexisten diferentes estilos, culturas, perspectivas, interpretaciones, percepciones, juicios e ideas.
Ser parte de la decisión. No todas las decisiones son unánimes. Por eso, resulta fundamental escuchar todas las voces y las diferentes opiniones que existan dentro de la empresa. Además, poner a disposición distintos canales para manifestarse como: encuestas, directorios, asambleas, reuniones grupales, entre otros; esto permitirá que se sientan parte de las decisiones de la empresa.
Responsabilidad compartida. Trabajar por un objetivo en común debe abordarse tanto a nivel grupal como a nivel individual, respetando los roles y responsabilidades de cada integrante del equipo. Lo ideal es que cada uno sepa exactamente cuáles son sus tareas para desempeñar lo mejor que pueda la labor que se le ha asignado. De esa forma se evitarán las envidias innecesarias, tensiones y celos profesionales, logrando alcanzar los resultados deseados en un ambiente de respeto, compañerismo y competitividad sana.
Compartir pensamientos. La verdadera diversidad es incluir diferentes pensamientos y emociones a través de la variedad cultural, de género, y personalidad de cada profesional que conforma parte del equipo. Saber escuchar, entender y comprender ideas diferentes, ayudará a ser un equipo más preparado. Si por lo contrario, el equipo sólo obedece órdenes, no sólo se vuelve en un equipo plano, homogéneo y aburrido, sino que se convierte en un equipo mediocre y sin ideas.