El Perú atraviesa por un periodo de convulsión social y política que provoca que múltiples sectores económicos se vean afectados. El turismo es uno de ellos, con pérdidas de hasta S/1700 millones. Ante dicha situación, Otto Regalado, profesor del MBA de ESAN, propone una serie de medidas para atenuar la crisis que se vive.
Desde diciembre del año pasado y a lo largo de estos primeros meses del año, la economía peruana se ha visto afectada por las diversas protestas que se realizan en varias regiones del país, principalmente en la zona sur. Entre los sectores más afectados y que han sufrido mayores repercusiones se encuentran el sector agroexportador, de transportes, de comercio y el de turismo.
Este último, según la Cámara de Comercio de Lima, ha paralizado sus actividades en un 99%, teniendo como resultado pérdidas de hasta S/1700 millones. Adicionalmente, de acuerdo con los gremios de empresas de transporte aéreo y hotelera, el porcentaje de ocupación diaria de los hoteles ha disminuido en un 70%, y se han cancelado más de 525 vuelos internacionales y domésticos.
Por si esto fuera poco, para este año el Ministerio del Comercio Exterior y Turismo estimaba que en el Perú se recibirían alrededor de 2,5 millones de turistas internacionales. Sin embargo, luego del cierre indefinido de diferentes complejos turísticos, la cancelación de diversas festividades y de que varios países les hayan aconsejado a sus connacionales no viajar al Perú por seguridad, para este 2023 ni siquiera será posible alcanzar un millón de turistas.
Ante dicha situación, Otto Regalado, profesor del MBA de ESAN, aseveró la necesidad de tomar cartas en el asunto e implementar estrategias que contribuyan a que la situación actual del país deje de influir negativamente sobre la Marca Perú. Entidades como la Cámara Nacional de Turismo del Perú han planteado ofrecer un seguro de viajes a los turistas en caso ocurran cancelaciones por cuestiones sociales, mientras que el Ministerio de Economía y Finanzas presentará un proyecto de ley que autorice la devolución del IGV a los turistas foráneos que adquieren bienes en el país.
Adicionalmente, el profesor manifestó que es urgente la participación del Estado en la reactivación del sector turismo, sobre todo para la implementación de políticas tributarias que impidan el pase a la informalidad de las mypes turísticas. Por el momento, se ha lanzado el programa Con Punche Perú, el cual ayudará a las empresas que ya se encuentran endeudadas con otros programas estatales como Reactiva Perú y FAE Turismo.
Por otro lado, Regalado también comentó que “la única salida es reorientar los mercados y ver de hacer campañas específicas, tenemos que reorientar el turismo”. Para ello, remarcó lo crucial que es la innovación en estos momentos, así como el uso de la tecnología. Por ejemplo, planteó que se podrían ofrecer destinos virtuales con tours en realidad virtual de los sitios turísticos más importantes del Perú como Machu Picchu. Asimismo, recalcó que otra salida para las empresas alineadas al sector turismo sería la diversificación; es decir, utilizar los recursos e infraestructura con los que ya cuentan para ofrecer otros servicios que les permitan subsistir durante estos meses de recesión económica. “Una compañía de turismo o una agencia debe diversificar el negocio y no dedicarse solo a vender tickets o a operar, sino usar su infraestructura con otro propósito”, manifestó Regalado.
Por último, rescató que, a pesar de la difícil situación por la que atraviesa la nación, también se da una oportunidad para que se desarrollen los destinos turísticos de las regiones menos afectadas, como La Libertad, Piura y Tumbes, en el norte, y Loreto y Ucayali, en la Amazonía. “Lo más importante es que estos destinos se vuelvan sostenibles y lo suficientemente atractivos para que el negocio siga funcionando al margen de esta crisis”, mencionó el profesor Regalado.