Con ingresos anuales de $15,000 millones, un país de América Latina se consolida como pieza clave en la transición energética mundial.
La economía de China, una de las más poderosas del mundo, sigue demandando grandes cantidades de cobre para sostener sectores clave como la industria automotriz, la tecnología y las energías renovables. En este escenario, Chile se posiciona como el principal proveedor mundial de cobre hacia el gigante asiático, generando más de $15,000 millones de dólares anuales.
¿Por qué Chile es el líder?
Chile concentra más de un tercio de las exportaciones globales de cobre, un recurso esencial en la transición hacia economías más sostenibles. Según Joaquín Villarino, presidente del Consejo Minero de Chile, esta relación comercial con China ha alcanzado cifras históricas en 2024, destacando la relevancia del país en el suministro de este metal para las corrientes económicas que buscan energías más limpias.
¿China podría desplazar a Chile?
Aunque se descubrió un gigantesco yacimiento de cobre en el altiplano tibetano con capacidad para producir hasta 150 millones de toneladas, Villarino no considera que esto sea una amenaza inmediata. Explicó que los procesos para obtener permisos y construir la infraestructura necesaria en China tomarán años antes de que puedan empezar a extraer el mineral a gran escala.
Un aliado estratégico
El papel de Chile en el mercado global de cobre no solo refuerza su posición como socio clave de China, sino que también lo convierte en un actor indispensable en los esfuerzos por mitigar el impacto ambiental mediante tecnologías sostenibles.
