Schneider Electric lidera el cambio hacia una energía más limpia y eficiente al buscar modernizar la infraestructura de los edificios, que representan un tercio de las emisiones globales de CO2.
En un contexto de crecientes presiones climáticas y regulatorias, las industrias enfrentan la urgente necesidad de reducir sus emisiones de CO2. Vanessa Moreno, country manager para Perú y Bolivia en Schneider Electric, enfatizó la importancia de la electrificación y la digitalización como pilares esenciales para un futuro sustentable.
A medida que el cambio climático se acelera, los efectos se hacen cada vez más evidentes, con impacto en la reducción de la biodiversidad, derretimiento de glaciares, incremento o disminución de lluvias, climas extremos, impacto en la agricultura, entre otros.
Según Vanessa Moreno, “al ritmo actual de cambio, el mundo no logrará limitar el calentamiento global a 1,5ºC en 2050”. Para lograrlo, es crucial que las industrias aceleren sus esfuerzos de descarbonización.
Electrificación y digitalización
La electrificación y la digitalización se destacan como herramientas clave para abordar la crisis climática. La electrificación, que reemplaza los combustibles fósiles por energía eléctrica, permite una reducción significativa en la dependencia de recursos contaminantes. La electricidad es una fuente de energía que puede descarbonizarse progresivamente mediante la implementación de energías renovables.
La digitalización, por su parte, impulsa la eficiencia energética al hacer visible el consumo de energía y permitir un uso más inteligente de los recursos. “Hoy en día, existen tecnologías que permiten lograr una reducción del 70% en las emisiones de carbono en edificios totalmente eléctricos y digitales”, señala Moreno. La combinación de electrificación y digitalización es, por tanto, crucial para que las industrias adopten un modelo más sostenible.
Descarbonización de edificios
Los edificios representan el 37% de las emisiones globales de CO2, y Vanessa Moreno advierte que para el año 2050, el 50% de los edificios actuales seguirán en uso. Esto pone de relieve la necesidad de renovar las infraestructuras existentes.
Las emisiones de carbono en los edificios se componen de emisiones incorporadas en la fase de diseño y construcción (30%) y de las emisiones operativas derivadas de su uso posterior (70%). La idea es centrarse en esta última, donde se incluyen los elementos de iluminación, calefacción y energía, sin aumentar el carbono incorporado.
El proceso de descarbonización de edificios se puede abordar en tres niveles:
- Intervenciones Ligeras. Para propiedades a corto plazo o espacios alquilados, se recomiendan intervenciones ligeras, como la implementación de tecnología moderna para la medición, monitoreo y gestión de edificios. Estas soluciones pueden reducir los niveles operativos de carbono en un 35% y mejorar la eficiencia sin requerir grandes inversiones.
- Renovaciones Medias. Para inversiones a medio plazo, se sugiere una modernización más profunda que incluya la renovación del equipamiento del edificio y la instalación de energías renovables. Este enfoque puede reducir las emisiones operativas de carbono entre un 35% y un 70%, representando un avance significativo hacia la descarbonización.
- Renovaciones Profundas. Para propiedades a largo plazo, se recomienda una renovación profunda, que abarque la electrificación completa y mejoras en la envolvente del edificio. Este enfoque permite reducciones de carbono superiores al 70%, ofreciendo la mayor oportunidad para alcanzar emisiones netas cero y preservar el valor de los activos a largo plazo.
Schneider Electric lidera la industria en el camino hacia soluciones para edificios de cero netos, y está a la vanguardia de esta transformación hacia un futuro energético más limpio, eficiente y accesible. Con soluciones que reducen las emisiones de CO2 hasta en un 77%, la compañía se posiciona como un actor clave en el nuevo paradigma de la industria energética.
La electrificación y digitalización, Electricidad 4.0, no es solo una visión del futuro, sino una necesidad inmediata para garantizar un mundo sostenible para las generaciones futuras. Las empresas deben actuar ahora y acelerar sus esfuerzos hacia la descarbonización para asegurar su competitividad en este nuevo entorno.