De Ana Beatriz Franco, Gerente General de Kimberly-Clark Perú
Vivimos en un mundo en donde la menstruación sigue siendo un tema tabú, que se habla en privado y representa un gran desafío para las niñas en el proceso de aprender a cuidar su salud sin experimentar estrés, vergüenza o barreras innecesarias a la información en torno a los cambios de su crecimiento.
Esta situación ha formado parte de nuestra historia, cultura, y hasta de nuestras familias. Recuerdo que, desde mis primeros años profesionales, me comprometí a abogar por la igualdad de oportunidades a otras jóvenes vía el acceso a más información y recursos. Y en mi rol de mujer, empecé haciéndome algunas preguntas: ¿cómo afecta el estigma de la regla a las niñas durante su crecimiento? Luego de mucha reflexión, descubrí que es una de las razones que genera pérdida de oportunidades y posibilidades de desarrollo puesto que, sin educación menstrual, muchas viven su regla con temor, generando una relación negativa con su propio cuerpo por ende afecta su autoconfianza, clave para su visión y construcción de su futuro.
De acuerdo a UNICEF, en Perú el 99% de niñas y adolescentes sienten vergüenza debido a burlas de parte de sus compañeros de clases sobre su regla, y 1 de cada 3 faltan al colegio durante los días de su periodo. Este contexto evidencia la importancia de brindar recursos e información adecuada sobre la higiene menstrual, de manera sencilla y accesible, para que las jóvenes sientan confianza y cuenten con las habilidades para manejar su periodo de manera segura. Y, sobre todo, que puedan permanecer en la escuela y cumplir con su educación.
Otro escenario que pone en amplia desventaja a las mujeres en función de su sexo, son los servicios higiénicos deficientes en los colegios – como son el 50% de los casos en lima, según el Ministerio de Educación – que les impiden a lavarse y cambiarse con seguridad y privacidad. En su mayoría, se encuentran en condiciones antihigiénicas, no cuentan con jabón ni papel higiénico, y las puertas no tienen pestillo.
Todo ello incrementa la incomodidad de las niñas, que en muchos casos dejan de asistir a la escuela para evitar incomodidad. Por esta razón, con el apoyo de la ONG Plan Internacional, nos propusimos la meta de ayudar a través de la renovación de los baños en colegios, así como información y herramientas a los cuidadores para una mejor orientación a los jóvenes del hogar; mediante charlas y un microprograma informativo radial llamado “Hablemos sin vergüenza” en Radio Stereo Villa.
Por esta razón hago un llamado de reflexión a la sociedad para impulsar el cambio y terminar con la estigmatización del período para las próximas generaciones. Juntos debemos forjar un nuevo ciclo en el que celebremos la potencia de lo femenino, para migrar a una nueva etapa con niñas y mujeres más empoderadas, conscientes de su derecho y capacidad para conquistar y alcanzar lo que quieran ser.