Los acuerdos alcanzados en la reciente COP29 muestran la importancia de que las empresas privadas, y no solo los gobiernos, asuman un rol preponderante en la construcción de un futuro sostenible.
La nueva versión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 29, realizada en Azerbaiyán, cerró con opiniones encontradas. Si bien se acordó triplicar el financiamiento para que los países en vías de desarrollo disminuyan el uso de combustibles fósiles y las emisiones de gases invernadero, estas naciones consideran que el monto de 300 mil millones de dólares aprobado es insuficiente para frenar el fuerte impacto del cambio climático en sus regiones.
A medida que el calentamiento global acelera sus efectos, alcanzando una temperatura media 1,1°C más alta que a finales del siglo XIX, la urgencia de actuar nunca ha sido tan clara. Sin duda es un desafío global que debe ser abordado por los gobiernos, pero el sector privado, en especial las empresas, juegan un rol preponderante en la transición hacia una economía sostenible. Es un imperativo, en especial para las grandes corporaciones, adoptar prácticas que reduzcan su impacto ambiental. Con ello no sólo contribuyen a la preservación del medio ambiente, sino que también logran una ventaja competitiva en un mercado cada vez más orientado hacia la sustentabilidad.
Contar con herramientas digitales es una manera de avanzar hacia este objetivo. Plataformas como SustenLog, lanzada el año pasado por la Fundación Eco+ de BASF, permiten medir y gestionar el impacto ambiental, a la vez que fomentan una reflexión sobre cómo estas actividades afectan al medio ambiente y a la sociedad. Esta tecnología permite calcular la huella de carbono asociada a las operaciones empresariales, posibilitando que las empresas tomen decisiones informadas sobre la reducción de emisiones.
«Nuestro objetivo al ofrecer esta herramienta al mercado es dar autonomía a los usuarios para que tomen decisiones estratégicas. Es un instrumento de apoyo a la gestión del carbono, ya que es posible auto declarar todas las emisiones de gases de efecto invernadero evitadas”, señaló Tiago Egydio, gerente de Fundación Eco+.
La digitalización y la automatización de procesos en sectores con alto impacto ambiental, como el transporte, son esenciales para reducir costos y mejorar la eficiencia. Según el Ministerio de Energía, el transporte es responsable de aproximadamente el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el país. En este contexto, SustenLog permite calcular la huella de carbono asociada al transporte, componente clave en las operaciones logísticas de muchas empresas.
El uso de algoritmos de IA para optimización de rutas puede reducir los costos de transporte en un 10% y el tiempo de viaje en un 15%, de acuerdo con un estudio de la consultora DHL. Ello significa un ahorro de tiempo y de combustible, maximizando la eficiencia operativa y la sostenibilidad de toda la cadena productiva.
Para avanzar hacia una economía más sustentable y responsable, es esencial que las empresas de distintos sectores adopten soluciones innovadoras e integradas. Su capacidad para implementar tecnologías digitales y estrategias ecoeficientes no solo acelera la transición hacia economías bajas en carbono, sino que también refuerza los compromisos internacionales adquiridos en cumbres como la COP29, consolidando su papel como agentes clave en la lucha contra el cambio climático.
