El Perú actual requiere de empresarios que lideren su transformación, encaminando al país hacia el desarrollo y la creación de oportunidades para todos los ciudadanos. En esta tarea, las estrategias de Valor Compartido cumplen un rol fundamental: permiten mejorar la competitividad y ganancias de los negocios a través de la resolución de problemas sociales y ambientales en su área de influencia.
Estas estrategias pueden ser aplicadas por empresas de cualquier tamaño y rubro, beneficiando a las comunidades en las que operan. En ese marco, para reconocer a las empresas que aplican el Valor Compartido, IPAE Acción Empresarial y el Grupo RPP, con el apoyo de la Asociación Frieda y Manuel Delgado Parker y USAID, acaban de lanzar la tercera edición de la Lista de #EmpresasQueTransforman el Perú.
Para entender mejor cómo el Valor Compartido puede ser aplicado en distintos rubros y negocios, presentamos tres maneras de aplicar esta revolucionaria forma de hacer negocios:
RECONCEBIR PRODUCTOS Y MERCADOS
Una manera de generar Valor Compartido consiste en desarrollar productos o servicios que satisfagan necesidades sociales y aprovechar la enorme oportunidad de abrir nuevos mercados para atender a clientes que no son tomados en cuenta. Hay diversas áreas en las que se puede enfocar, como la salud, vivienda, cuidado de personas mayores, nutrición, protección del medio ambiente y creación de combustibles innovadores, entre otras.
Este enfoque abre la puerta a la innovación, ya sea mediante la creación de nuevos productos y servicios o mediante la reinvención de los existentes para satisfacer estas necesidades sociales que a menudo se pasan por alto. Esto no solo mejora el acceso a productos y servicios de calidad, sino que también crea nuevas oportunidades de mercado e ingresos para la empresa.
REDEFINIR LA PRODUCTIVIDAD EN LA CADENA DE VALOR
La generación de Valor Compartido implica también incrementar la productividad de la empresa, pues pueden existir problemas sociales y medioambientales que afectan su calidad y eficiencia. Un ejemplo de ello son los programas educativos creados por las empresas para formar talento acorde a sus necesidades. De esta manera, la empresa se beneficia al contar con colaboradores más capacitados, mientras que las personas de la zona tienen la oportunidad de recibir una educación de calidad y valiosa para el mercado. En resumen, se genera un beneficio mutuo entre la empresa y la sociedad.
FACILITAR EL DESARROLLO DE CLUSTERS LOCALES
Las condiciones estructurales de una empresa, como sus relaciones con proveedores, bienes públicos, calidad educativa e instituciones, pueden ser benéficas o nocivas. Para construir mejores nichos de especialización industrial y mejorar estas condiciones, las empresas pueden hacer una valiosa contribución a través de iniciativas específicas.
La productividad de una empresa puede mejorar significativamente al estar rodeada de clústers locales fuertes con proveedores capacitados, lo que genera una cadena de suministro más eficiente, un menor impacto ambiental y un mejor acceso a conocimientos especializados. En este sentido, el éxito de una empresa está íntimamente ligado a la infraestructura y compañías que la rodean.
Desarrollar un clúster local o nicho de especialización es una excelente manera de fortalecer el vínculo entre el éxito de una empresa y el éxito de la comunidad que la rodea, lo que a su vez contribuye a generar un impacto positivo en la sociedad y en el entorno económico. En resumen, invertir en la infraestructura y las empresas relacionadas puede ser una estrategia altamente efectiva para mejorar la innovación y la productividad de las empresas.
Para participar de la tercera edición de la “Lista de Empresas que Transforman el Perú”, cuya convocatoria estará abierta hasta el 31 de mayo, puedes ingresar aquí www.empresasquetransforman.pe.