Por Sonia Heller, Directora de Alianzas, Marketing y Nuevos Territorios – Kyndryl Perú
“¿Soy lo suficientemente buena?” Es una pregunta que muchas mujeres, incluyéndome, nos hemos hecho en más de una ocasión. No porque dudemos de nuestras capacidades, sino porque crecimos en entornos donde se nos exigía demostrar más, justificar más, esforzarnos más.
Pero llega un momento en que la duda se convierte en certeza. En que la pregunta se responde con fuerza, convicción y orgullo: Sí, lo soy.
Ese fue el eje de mi charla en el AWSome Women Community Summit LATAM 2025, un evento que reunió a más de 1000 mujeres en Lima para celebrar, conectar y empoderar. Compartí una historia que no es solo mía, sino la de muchas. Hablé desde la vulnerabilidad, desde la verdad de ser mujer, ingeniera industrial, madre, esposa, maratonista, líder y, sobre todo, humana. Y lo hice con una frase que ha sido ancla en mi camino: ¿Soy lo suficientemente buena? Sí, lo soy.
Mi trayectoria ha sido una combinación de pasión, esfuerzo y resiliencia. Desde mis primeros trabajos como profesora de geometría y trigonometría en una academia pre Universitaria, mi ingreso a IBM como ingeniera industrial, hasta hoy que lidero áreas estratégicas, marketing y nuevos territorios en Kyndryl Perú.
En mi charla compartí tres claves que me han sostenido en los momentos donde la duda intentaba hacer ruido:
- Creer en una misma. En nuestra historia, en nuestra voz. Aunque tiemble. Aunque te sonrojes. Aunque parezca que hay otros más preparados. Atreverse a hablar, a contar lo que hemos logrado, es un acto de valentía y visibilidad.
- Tener disciplina, persistencia y resiliencia. Nada reemplaza el esfuerzo constante. Ya sea para liderar un equipo o correr 42 km, la preparación, el sacrificio y la voluntad de seguir incluso cuando “el muro” aparece, marcan la diferencia.
- Construir redes de apoyo. Nadie llega sola. Mis amigas, colegas, mentoras, y mi familia han sido la red que me sostiene, que me recuerda que no tengo que poder con todo, y que pedir ayuda no es rendirse, sino fortalecerse.
A pesar de los avances en equidad de género, los números siguen revelando un camino cuesta arriba para las mujeres en tecnología y liderazgo. A nivel global, solo el 30% de los profesionales en tecnología son mujeres. En Perú, la realidad es aún más desafiante: apenas el 8% de las mujeres ocupan posiciones de liderazgo en este sector según Unicef. ¿Por qué? La brecha salarial, los estereotipos y las barreras estructurales siguen limitando nuestro crecimiento profesional.
Pero hay datos que nos dan esperanza. Estudios realizados por Mckinsey indican que las empresas con mayor diversidad de género en puestos de liderazgo tienen un 21% más de probabilidades de ser rentables. Esto no es solo una cuestión de justicia, sino también de negocio. La diversidad impulsa la innovación, mejora la toma de decisiones y fortalece la competitividad de las empresas en un mundo cada vez más globalizado.
La brecha de género es real. Pero también lo es nuestra capacidad de cambiar esa realidad, una decisión, una voz y un paso a la vez. Es hora de alzar la voz, de ocupar los espacios y de demostrar que el futuro de la tecnología y el liderazgo no está completo sin nosotras.
Por eso, cierro este artículo igual que cerré mi charla: identifica una meta que has postergado. Escríbela. Y da un paso, por pequeño que sea, hacia ella.
Porque no necesitas tener todas las respuestas para empezar.
Solo necesitas creer que sí, eres lo suficientemente buena.