Entre aranceles y tasas, la fragilidad de los mercados ante las decisiones de EE.UU.

Por Felipe Mendoza, Analista de mercados financieros ATFX LATAM

El inicio de la semana financiera se ve marcado por un complejo entramado de datos económicos, declaraciones de líderes políticos y movimientos en los mercados globales que reflejan una elevada incertidumbre. Con un enfoque en Estados Unidos, el impacto de las medidas comerciales de la administración Trump, los cambios en la política monetaria de la Reserva Federal y la evolución de los mercados de bonos y acciones, la atención de los inversores sigue centrada en la estabilidad económica y la dirección de las políticas gubernamentales. Paralelamente, la dinámica corporativa y las tensiones internacionales continúan añadiendo volatilidad, mientras que, en Europa y Asia, los movimientos en el mercado laboral, la inflación y los aranceles dictan la evolución de las expectativas económicas.

En Estados Unidos, la Reserva Federal se mantiene cautelosa ante la incertidumbre que generan las políticas comerciales y fiscales de la administración Trump. Jerome Powell, presidente de la Fed, enfatizó que la política monetaria no está en un curso preestablecido y que es esencial evaluar con mayor claridad los efectos de las medidas de la Casa Blanca antes de actuar sobre las tasas de interés. Powell señaló que, aunque el mercado laboral sigue siendo sólido y la inflación se encuentra cerca del 2%, el aumento de los aranceles y otras políticas podrían alterar el panorama. Además, subrayó que la desaceleración del gasto de los consumidores es un factor que la Fed debe monitorear de cerca.

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, confirmó que los aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio entrarán en vigor sin suspensión, mientras que la administración Trump considera nuevos aranceles recíprocos contra Canadá y la Unión Europea. En cuanto a la política fiscal, los republicanos del Senado podrían tardar más de un mes en avanzar con el megaproyecto de ley de recortes de impuestos y seguridad nacional impulsado por Trump. En paralelo, el gobierno ha anunciado la cancelación del 83% de los programas de USAID, un movimiento que impactará directamente en la cooperación internacional de Estados Unidos.

Desde el punto de vista económico, los precios al consumidor en EE.UU. mostraron un incremento en febrero que refleja un lento progreso en la lucha contra la inflación. Se espera que el índice de precios al consumidor (IPC) suba un 0,3% excluyendo alimentos y energía, una moderación desde el 0,4% de enero, pero todavía lo suficientemente alta como para mantener las preocupaciones sobre el crecimiento anual de los precios. El mercado de trabajo sigue ajustándose, con un leve descenso en el recuento de yacimientos activos en EE.UU. según Baker Hughes, mientras que el número de plataformas petrolíferas se mantuvo estable en 486.

En el sector corporativo, la incertidumbre generada por la guerra arancelaria ha elevado la preocupación de los inversores sobre las ganancias de las empresas estadounidenses. Michael Wilson, estratega de Morgan Stanley, advirtió que el S&P 500 podría caer otro 5% antes de alcanzar un mínimo de aproximadamente 5.500 puntos en la primera mitad del año, aunque prevé una recuperación hacia finales de 2025. El índice se encamina a cerrar por debajo de su media móvil de 200 días por primera vez desde noviembre de 2023, reflejando la tensión en los mercados.

En Europa, el panorama político y económico está marcado por la incertidumbre en Alemania, donde el Partido Verde ha declarado su oposición al paquete de deuda impulsado por la CDU/CSU y el SPD, argumentando que prepararán su propia propuesta en materia de seguridad y defensa. La falta de apoyo de los Verdes podría complicar la aprobación del paquete en el Bundestag, aunque los mercados interpretan este movimiento como una táctica de negociación para obtener concesiones en sus iniciativas ecológicas. En el frente macroeconómico, la confianza de los inversores en la zona euro ha mostrado una mejora inesperada, con el índice Sentix en -2,9 frente a una estimación de -9,3 y una lectura previa de -12,7. Alemania, por su parte, ha registrado un repunte de la producción industrial del 2,0% intermensual, superando la previsión del 1,5% y revirtiendo la contracción del -2,4% del mes anterior. En el ámbito monetario, el miembro del BCE, Kazimir, reiteró que el banco central debe mantener la mente abierta sobre posibles recortes de tasas o pausas, destacando la influencia de las tensiones geopolíticas y comerciales en las decisiones futuras.

En Asia, Japón se enfrenta a un contexto de presiones salariales y cambios en la política económica. El primer ministro Ishiba ha instado a empresas y sindicatos a lograr un fuerte aumento salarial, mientras que los bonos japoneses a 40 años han alcanzado su nivel más alto de la historia. En términos salariales, el país registró el mayor aumento en la remuneración base en 32 años, lo que podría influir en la política del Banco de Japón (BOJ). China, por su parte, enfrenta una presión deflacionaria significativa, con el índice de precios al consumidor cayendo un -0,7% anual, la primera lectura negativa en 13 meses. A su vez, el gigante asiático ha implementado aranceles del 10-15% sobre productos agrícolas de EE.UU., además de anunciar medidas de represalia contra productos canadienses en respuesta a las tarifas impuestas por Ottawa el año pasado sobre vehículos eléctricos y acero chino.

En cuanto al comercio global, la administración Trump continúa ejerciendo presión sobre socios comerciales clave. Trump ha afirmado que está dispuesto a imponer sanciones económicas significativas a Rusia hasta alcanzar un alto el fuego en Ucrania, mientras que evalúa aranceles adicionales sobre Canadá y México en sectores estratégicos como la potasa y el acero. El secretario de Comercio de EE.UU., Lutnick, ha señalado que se reducirán las tarifas arancelarias para India en ciertos sectores, al tiempo que EE.UU. busca recuperar parte de su capacidad manufacturera nacional. En México, la secretaria de Economía, Ebrard, indicó que el sector automotriz aún enfrenta desafíos para cumplir con los requisitos del T-MEC, aunque el 85-90% del comercio con EE.UU. podría calificar dentro del acuerdo.

El contexto de los mercados globales se encuentra en una encrucijada crítica, marcada por una elevada incertidumbre derivada de las políticas comerciales de la administración Trump, la cautela de la Reserva Federal ante señales mixtas de inflación y consumo, y las crecientes tensiones geopolíticas que impactan las expectativas económicas. Mientras que EE.UU. lidia con el efecto de los aranceles y la posible desaceleración del gasto, Europa enfrenta desafíos políticos que podrían afectar la estabilidad fiscal, y Asia muestra signos de resiliencia con aumentos salariales en Japón y una China lidiando con presiones deflacionarias y represalias comerciales. En este entorno, los mercados financieros operan con alta volatilidad, con el S&P 500 en riesgo de nuevas correcciones y los bonos reflejando el escepticismo sobre el crecimiento. La próxima fase dependerá de la claridad en la política monetaria, la evolución del comercio global y la capacidad de las economías para mitigar los impactos de los conflictos comerciales y las tensiones políticas.