- Debemos adaptarnos a las nuevas condiciones de temperatura y humedad ocasionadas por el cambio climático.
- Invertir en infraestructura, investigación e innovación nos ayudará a recuperar prácticas ancestrales para el manejo del agua y suelo.
Dado que la seguridad alimentaria se basa en cuatro pilares como: disponibilidad de alimentos, acceso económico, utilización apropiada y sana de los recursos, y la estabilidad de estos factores en el tiempo, se concluye que el primer y el segundo pilar son los más amenazados pues existen factores tanto ambientales como económicos que ponen en riesgo la seguridad alimentaria de nuestro país, afirmó Mayra Arauco, directora de la carrera de Ingeniería en gestión Ambiental de la Universidad ESAN.
La especialista agregó que las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables, sobre todo en el ámbito rural, se ven afectadas por el cambio climático puesto que se pierden cosechas, además se exponen a nuevas plagas. Este efecto se debe fundamentalmente a la falta de recurso hídrico, el cual es muy sensible al cambio climático, teniendo como consecuencia una distribución desigual del mismo y afectando a los cultivos que necesitan este recurso.
En ese sentido, Arauco indicó que sin duda, es fundamental una gestión sostenible del agua para la seguridad alimentaria, así como las medidas de adaptación a las nuevas condiciones de temperatura y humedad, ocasionadas por el cambio climático. Esto garantizaría un cambio en los alimentos que se cultivan de acuerdo a esas nuevas condiciones.
“Además, esta adaptación debe venir acompañada de inversión en infraestructura, investigación e innovación que probablemente nos lleve a recuperar prácticas ancestrales para el manejo tanto del agua como del suelo”, puntualizó.
Según el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), titulado «Evaluación de los plásticos agrícolas y su sostenibilidad: un llamado a la acción», alerta de las enormes cantidades de plástico usadas en toda la cadena de producción agrícola, como las 37.3 millones de toneladas usadas en el envasado de la comida.
Al respecto, la docente de la Universidad ESAN, consideró que debemos partir de la investigación científica y la innovación para la búsqueda del reemplazo del plástico que actualmente se utiliza en dicha industria.
En cuanto a la promoción de una producción agrícola y pecuaria ambientalmente sostenible y que contribuya a la acción climática, la experta manifestó que es importante que el Perú cumpla con los compromisos nacionales e internacionales vinculados a la implementación de medidas de adaptación al cambio climático.
“Esto sería más llevadero si todos los peruanos estuviéramos enterados de dichas acciones, es decir, debemos promover mayor conocimiento del tema en todos los ámbitos, de tal manera que pueda producir un compromiso inherente a dicho conocimiento por parte de la población”, enfatizó.
Finalmente, sobre las medidas que debemos tomar para que los fenómenos naturales no pongan en riesgo la seguridad alimentaria de nuestro país, Arauco recomendó invertir en una mejor infraestructura, actualizar el marco normativo acompañado de una buena fiscalización, así como realizar campañas masivas de educación ambiental, adaptadas al ecosistema en que se desarrolla cada población.