Por Francisco Sales, director de Servicios en Vertiv Latinoamérica
En los últimos 20 años, América Latina ha experimentado una revolución digital que ha transformado la forma en que trabajamos e interactuamos con el mundo. En Perú, esta transformación ha puesto al país en una posición crítica: somos testigos del inmenso potencial de la tecnología, pero también de las barreras que enfrentamos para aprovecharla al máximo. ¿Uno de los mayores obstáculos? La escasez de talento especializado y calificado.
La Organización Internacional del Trabajo proyecta que, en 2025, Perú necesitará 80,000 profesionales en tecnología. Mientras tanto, la Encuesta de Escasez de Talento 2024 de ManpowerGroup nos indica que el 65% de los empleadores peruanos tienen dificultades para encontrar candidatos con las habilidades necesarias para cubrir puestos vacantes en diversos sectores, incluida la tecnología. Mientras este paradójico desajuste entre la oferta y la demanda de profesionales persista, el crecimiento del sector continuará, lo que resalta la necesidad urgente de preparar a nuestra fuerza laboral para los desafíos futuros.
Desde nuestra experiencia como líderes en la industria TI, creemos que es necesario implementar programas que incluyan alianzas estratégicas con universidades e institutos técnicos para atraer nuevo talento, así como programas de capacitación específicos para empleados que promuevan el desarrollo del talento existente. Por ejemplo, el gobierno peruano estableció la Plataforma Nacional de Talento Digital, cuyo objetivo es fomentar la formación en habilidades tecnológicas. Estos esfuerzos buscan cerrar la brecha de talento y preparar a los profesionales para liderar en un mundo donde la innovación y la agilidad son esenciales.
Si las predicciones se cumplen, la escasez de talento amenaza la competitividad de las empresas y el desarrollo económico del país, especialmente en el subsector de centros de datos, que está en el corazón de la digitalización en el país. Estos espacios no solo permiten la continuidad operativa en sectores clave como telecomunicaciones y servicios financieros, sino que también son fundamentales para impulsar el crecimiento sostenible de la economía digital.
Formar talento para gestionar estos entornos críticos no es tarea fácil. La falta actual de programas educativos especializados y la desconexión entre la academia y las necesidades del mercado laboral limitan el desarrollo de habilidades técnicas en áreas como gestión de TI, ciberseguridad y mantenimiento de infraestructuras digitales. Sin embargo, a medida que las universidades y otros actores educativos identifican estas necesidades y establecen programas de formación, esta brecha no debería ser un obstáculo insuperable. Deberíamos ver esto como una oportunidad única para invertir en el futuro del país y de la industria tecnológica.
Iniciativas como el programa de Talento Digital Nacional mencionado anteriormente demuestran que es posible cambiar las proyecciones de escasez mediante esfuerzos conjuntos y una visión clara. Si logramos fortalecer las capacidades locales, podríamos posicionar a Perú no solo como un participante, sino como un líder en la región. Sabemos que la demanda de talento tecnológico en Perú sigue creciendo, especialmente en áreas críticas como almacenamiento y respaldo, gestión de proyectos y digitalización. Por ello, para invertir en el talento nacional, todas las instituciones deben renovar sus políticas de formación y desarrollo de habilidades. De esta manera, contribuimos a garantizar la continuidad de los negocios en el país y la región.