A partir de septiembre de 2022, la automatización de los datos biométricos será una realidad para los pasajeros de terceros países
El pasaporte biométrico se ha convertido en un requisito indispensable para viajar al espacio Schengen sin visa y será clave el que los países implementen la autorización de viaje ETIAS a lo largo de 2022.
El anuncio de España de poner en marcha este año el Sistema de Entrada/Salida (SES), un sistema automatizado para el registro de viajeros de fuera de la Unión Europea, supondrá un hito en el uso de la biometría automatizada para la movilidad transfronteriza.
Un sistema informático a gran escala será el encargado de gestionar el registro automático del cruce de fronteras por parte de pasajeros de terceros países (titulares de visados de corta duración y viajeros exentos de visado) cada vez que crucen una frontera exterior de la UE, en sustitución del actual sistema de sellado manual de pasaportes, que requería mucho tiempo, proporcionaba datos limitados sobre el cruce de fronteras y no detectaba a los que sobrepasaban el límite.
El sistema SES de esta forma, registrará el nombre de la persona, el tipo de documento de viaje, los datos biométricos y la fecha y el lugar de entrada y salida, respetando plenamente los derechos fundamentales y la protección de datos.
Normativa para Schengen
Según la normativa de la UE en materia de inmigración/visados, los países miembros de Schengen deben desplegar de forma obligatoria cabinas de registro biométrico similares a los quioscos de facturación de los aeropuertos para que los viajeros extracomunitarios se registren de la forma más rápida y segura posible.
Este avanzado equipo está pensado para registrar, almacenar y cruzar los datos de los viajeros, incluidos los biométricos (imagen facial y huellas dactilares), lo que mejoraría la calidad de los registros de los visitantes a los países Schengen, aliviaría la carga de trabajo de la policía de fronteras y mejoraría la experiencia de los turistas.
Según VFS Global, empresa tecnológica líder en la gestión de visados y documentos consulares, «para la verificación de la identidad de los viajeros se pueden utilizar diversos identificadores biométricos, como sistemas de detección de huellas dactilares, de reconocimiento de retina e iris, faciales e incluso de voz«.
El software de estos quioscos está diseñado para verificar la identidad con gran precisión, incluso siendo capaces de distinguir posibles falsificaciones. Como señala VFS Global, «el análisis biométrico puede ser clave para evitar los fraudes, ya que es difícil replicar los identificadores necesarios para falsificar la documentación y burlar los sistemas informáticos. La identidad digital no es inmune al riesgo, ya que, sin los controles adecuados, los sistemas de identidad digital pueden verse comprometidos «.
Algunos países están más adelantados que otros en la implantación de estos dispositivos en sus zonas fronterizas, pero los procesos administrativos necesarios ya están en marcha en varios países de Schengen.