En su discurso inaugural, Javier Milei anunció que Argentina podría abandonar el Mercosur para firmar un acuerdo exclusivo con Estados Unidos. ¿Qué implica este giro para la economía y el bloque regional?
El presidente de Argentina, Javier Milei, sorprendió en su discurso inaugural de apertura de sesiones en el Congreso al anticipar que el país podría salir del Mercosur para avanzar en la firma de un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Esta propuesta, que desafía las reglas del bloque regional, abre un nuevo capítulo en las relaciones comerciales de Argentina, marcado por la búsqueda de una mayor autonomía y flexibilidad en sus acuerdos internacionales.
Milei explicó que el Mercosur, tal como está estructurado, limita la capacidad de Argentina para negociar de manera independiente con otros países, especialmente con potencias como Estados Unidos. Bajo las condiciones actuales, los países miembros deben consensuar las decisiones comerciales, lo que ha llevado al mandatario a cuestionar la utilidad del bloque, al señalar que ha favorecido principalmente a los industriales brasileños en detrimento de la economía argentina.
El Mercosur, establecido en 1991 y formalizado en el Protocolo de Ouro Preto, exige que sus miembros negocien acuerdos comerciales de manera conjunta. Esta norma ha sido uno de los principales obstáculos para que Argentina avance en acuerdos unilaterales con países fuera del bloque. La postura de Milei de flexibilizar o incluso abandonar el Mercosur no es nueva, ya que otros líderes de la región, como el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro y el uruguayo Luis Lacalle Pou, también han abogado por un enfoque más flexible. Sin embargo, en la actualidad, Argentina es el único país que está impulsando esta agenda frente a los otros miembros del bloque, como Brasil y Uruguay.
Además, Milei no solo centró su discurso en el Mercosur, sino también en una serie de reformas económicas que incluyen una reestructuración fiscal profunda. El presidente propuso una ley que establezca un déficit cero a nivel estatal, tanto a nivel nacional como subnacional, y mencionó la necesidad de reducir el gasto público consolidado a un 25% del Producto Bruto Interno (PBI) hacia 2027. En línea con su objetivo de simplificar el sistema tributario, adelantó que el Gobierno trabajará en una reforma impositiva que implique la eliminación del 90% de los tributos nacionales, dejando solo los impuestos medulares.
Con estas propuestas, el presidente busca atraer inversión privada, reducir la carga fiscal sobre ciudadanos y empresas y fomentar una mayor competitividad. Sin embargo, su viabilidad dependerá del apoyo que logre en el Congreso y entre los gobernadores, en un contexto de tensiones por la distribución de los recursos. ¿Será este un cambio de rumbo decisivo para Argentina o un paso arriesgado en su relación con el Mercosur?