A pesar de la sólida expansión en la construcción comercial, el sector de viviendas enfrenta una desaceleración, poniendo en duda las promesas políticas del gobierno laborista.
El crecimiento del sector de la construcción en el Reino Unido ha tomado una dirección desigual, con el segmento comercial acelerándose mientras que la construcción de viviendas sigue siendo un desafío significativo. Según el PMI de construcción de S&P Global para noviembre, la actividad en el sector comercial alcanzó su mayor crecimiento en dos años y medio, un contraste notable con la continua desaceleración de la construcción de viviendas, que experimentó su caída más pronunciada desde junio.
El comportamiento errático del mercado se debe en parte a los elevados costos de endeudamiento y la falta de confianza de los consumidores, factores que continúan afectando la demanda en el sector residencial. A pesar de las promesas políticas de reconstrucción, como la de Sir Keir Starmer de construir 1,5 millones de viviendas en cinco años, las condiciones actuales del mercado hacen que estos objetivos parezcan cada vez más difíciles de alcanzar.
Aunque los nuevos pedidos en el sector de la construcción aumentaron por décimo mes consecutivo, su ritmo de crecimiento se desaceleró debido a la incertidumbre económica y política, especialmente en torno al presupuesto de otoño. Sin embargo, la demanda en la construcción comercial sigue siendo fuerte, impulsada por la mejora en la actividad de licitación y la demanda de los clientes.
El empleo en el sector creció solo de manera marginal, y las empresas de construcción están aumentando su dependencia de subcontratistas debido a los altos costos laborales y las limitaciones para contratar nuevos empleados. Este panorama desigual pone de relieve los desafíos persistentes que enfrenta el Reino Unido en su esfuerzo por revitalizar su mercado de la construcción, especialmente en lo que respecta a la construcción de viviendas.
A pesar de un crecimiento sólido en el sector comercial, el gobierno laborista enfrentará una dura tarea si espera cumplir con su promesa de resolver la crisis de viviendas en el país.