Por diversas razones como mantener la eficiencia, en respuesta a la competencia, por cambio de perfiles, fusiones, cambios estratégicos y otras, es frecuente que las empresas requieran poner en práctica procesos de desvinculación. Muchas veces en estos procesos se pueden cometer errores que afectan negativamente la reputación de la empresa, y la moral de los colaboradores que se van, y también de los que se quedan.
Mariella Soto, Consultora Asociada en LHH DBM Perú comparte seis errores comunes que cometen las organizaciones en los procesos de desvinculación y cómo deben evitarlos:
1.- Falta de comunicación clara: Para evitarlo se debe preparar cuidadosamente la información suficiente y explicar claramente las razones de la decisión. Es fundamental ser transparente y ofrecer un contexto adecuado. La comunicación deben en lo posible hacerla los líderes directos y, siempre con empatía y respeto.
2.- Descuido en la planificación: El proceso de desvinculación debe planearse, de lo contrario se puede causar estrés tanto a los colaboradores que se van como a los que se quedan. La falta de una estrategia clara puede resultar en un ambiente de trabajo tenso y disminuir la moral general. Esto incluye incluso hacer juego de roles y en especial preparar a los líderes.
3.- Ignorar el apoyo emocional: Despedir a un colaborador afecta emocionalmente tanto al individuo como al equipo. Ignorar este aspecto puede llevar a un clima laboral negativo. Sería ideal ofrecer un programa de outplacement al colaborador saliente o proporcionar apoyo emocional, ya sea mediante asesoramiento o recursos adicionales.
4.- Incumplir las normativas laborales: No cumplir con las normativas laborales puede tener consecuencias legales. Es vital asegurarse de que el proceso de desvinculación cumpla con todas las leyes laborales aplicables y de proporcionar los beneficios correspondientes.
5.- No preparar a los equipos restantes: Lo que puede resultar en una disminución de la productividad y la moral de los colaboradores que se quedan. Proporcionar orientación sobre cómo manejar la transición y redistribuir responsabilidades puede ayudar a mantener la estabilidad.
6.- Olvidar el feedback constructivo: La desvinculación no es momento para hablar con el colaborador saliente de su desempeño, sino para hablar con claridad, y proporcionar feedback constructivo.
“Evitar estos errores requiere una cuidadosa planificación, comunicación efectiva y empatía hacia los empleados afectados. Un proceso de desvinculación bien gestionado puede minimizar el impacto negativo y preservar la reputación de la empresa en el largo plazo”, señaló.