Expansión naval: Compiten gigantes Hyundai y Fincantieri como astilleros

Sima Callao. Fuente: Trusteddocks

La industria naval se embarca en un ambicioso proyecto que impulsa la construcción de enormes barcos y buques post-Panamax, abriendo nuevas oportunidades de desarrollo tecnológico, empleo y crecimiento económico. La Junta Ejecutiva para el Desarrollo de la Industria Naval ha impulsado la inclusión de un astillero de coproducción con Sima. A fines de enero del 2024 se definirá al ganador, ello posicionará al Perú como un epicentro para la fabricación de embarcaciones de gran envergadura en la costa del Pacífico.

Este esfuerzo ha llamado la atención de empresas internacionales como Hyundai (Corea), Fincantieri (Italia) y otras cuatro más que pugnan por ser el astillero a fines de enero del 2024. Bajo la dirección del gerente general de Servicios Industriales de la Armada (Sima), Contralmirante César Augusto Benavides, se delinean pasos estratégicos, como estudios de viabilidad, análisis de mercado y asociaciones globales.

Uno de los objetivos principales para la transformación naval del país es expandir la capacidad para atender no solo la demanda interna, sino también para convertir al Perú en líder de construcción y reparación de embarcaciones. El proyecto incluye la construcción de barcos, la renovación de buques, reemplazar fragatas misilísticas y la construcción de un dique seco en el norte de Lima; revelando una expansión monumental en términos de alcance y complejidad. Cabe señalar que, la construcción de barcos se posiciona como el proyecto inicial y la segunda etapa contempla la reparación de embarcaciones de longitudes de hasta 400 metros, conforme a la terminología marítima.

Asimismo, el Contralmirante Benavides señala que estudios de viabilidad realizados entre 2019 y 2020 revelaron la existencia de un mercado potencial para la construcción de un muelle destinado a reparaciones de embarcaciones. Este análisis, sin considerar el puerto de Chancay y la competencia con el Callao, incrementa su atractivo. “Sima ya ha estado inmerso en la fabricación de nuevas embarcaciones en años recientes, marcando un progreso continuo… vamos de menos a más” indica César Benavides.

Sumado a ello, la Autoridad Portuaria Nacional (APN) ha desarrollado remolcadores para actividades portuarias, barcos pesqueros y patrulleros costeros. Además, se anuncia el inicio próximo de la construcción de dos patrulleros con una inversión de S/195 millones, superando los 50 metros de longitud cada uno. La Armada del Perú planea la renovación de 23 buques en los próximos años, lo que desencadenará un impacto significativo en la industria naval.

El proceso para establecer este astillero coproductor ha avanzado en los últimos meses, y se espera cerrar acuerdos pronto. El nuevo llamado para participar en este proyecto se lanzará este mes, tras resolver cuestiones técnicas de la primera convocatoria. Se prevé tener definido el rumbo a finales de enero de 2024. César Benavides destaca que una vez establecido, se procederá con los expedientes técnicos, anticipando el inicio de la construcción de los primeros barcos para finales de 2024.

Se especula que las propuestas de inversión podrían oscilar entre US$ 2.000 millones y US$ 4.000 millones. Sima ha asegurado un mayor presupuesto para equipamiento e infraestructura, trabajando en colaboración con el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe). En la actual cartera de proyectos de Sima, se incluyen la construcción de dos patrulleros por S/195 millones, dos buques plataforma logística por S/145 millones, un patrullero oceánico por S/620 millones y el proyecto de mayor envergadura, el buque polivalente, por S/2.100 millones. Este último se posiciona como el más complejo, destinado a reemplazar a las fragatas misilísticas.

La diversificación de proyectos en la cartera de Sima no solo apunta a fortalecer la flota naval nacional, sino que abre las puertas a una nueva etapa de colaboración regional. La creación de un dique seco en la nueva ubicación de la base naval permitirá no solo la reparación de buques de gran envergadura, sino que también posicionará al Perú como un referente en la construcción y mantenimiento de embarcaciones de última generación en la región del Pacífico.