Por: Alberto Redondo, Director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM
El acceso a la financiación es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas de cualquier sector y tamaño. Sin embargo, pocas saben que la promesa de cobro que representa una factura es una potente herramienta de “autofinanciación”.
En 2015, la SUNAT puso la base para impulsar y promover el acceso a la financiación de las empresas que utilizan facturas comerciales y recibos por honorarios. Reforzada, ese mismo año, con una resolución que reglamentaba la obligatoriedad de incorporar la factura negociable. En todos los casos, el proceso se agiliza y simplifica si la factura es electrónica.
La factura negociable es un título de valor que se genera a través del tercer ejemplar de la factura comercial o el recibo por honorarios o el comprobante electrónico registrado en una Institución de Compensación y Liquidación de Valores y que, por efectos de su endoso y negociación a través de una entidad financiera, proporciona financiación. El sistema ofrece importantes ventajas y no pocos beneficios debido a que permite a quienes la emiten beneficiarse de una mayor facilidad a la hora de buscar financiación.
La factura negociable contiene datos relativos a la factura comercial además de datos adicionales que potencian su transferencia y agilizan su negociación, protesto y ejecución. Facilita a las empresas cobrar sus deudas por ventas de bienes o servicios al crédito y agilizar las operaciones de factoring, pudiendo negociar el comprobante sin esperar al plazo de pago y, con ello, cumplir con las obligaciones tributarias.
¿Cuándo una factura es negociable?
Los contribuyentes que lo deseen pueden incorporar en sus comprobantes de pago la información adicional necesaria para que la factura sea válida como negociable. En el caso de facturación electrónica, será necesaria una verificación de la información adicional por parte de una Institución de Compensación y Liquidación de Valores (ICLV), como puede ser CAVALI. La SUNAT ha puesto a disposición de las ICLV un servicio de consulta virtual para que puedan contemplar y verificar la validez de la información adicional de los comprobantes, y puedan ser transformados en facturas negociables.
La tramitación entre el emisor y el receptor de la factura, la validación y constancia de recepción de la SUNAT y la verificación de la ICLV, se realiza de forma automática y permite que sus comprobantes adquieran el carácter de factura negociable en apenas minutos. Adicionalmente, si el comprobante de pago electrónico se emite inicialmente sin la información adicional, es posible incluidos posteriormente para que el comprobante adquiera el carácter de factura negociable.
La factura electrónica ofrece un mecanismo que permite conocer la solvencia del deudor, agiliza y automatiza el proceso de aprobación y facilita y simplifica la financiación anticipada de las facturas, dando la opción a los proveedores de cobrarlas en el acto. De esta manera, en caso de necesidad de liquidez, las empresas podrán acceder a una nueva fuente de financiación, fuera de los canales bancarios tradicionales.
Según diferentes estudios, más del 50% de los impagos de facturas se deben a la falta de liquidez, cerca del 30% a discrepancias en el contenido y más del 15% a un envió a la persona incorrecta. Es decir, el 95% de las facturas impagadas se deben a una mala planificación previa, que un servicio de factura electrónica puede resolver automatizando el proceso.
En la mayoría de los casos, el retraso en el pago provoca que la empresa acreedora opte por financiarse con bancos o entidades de crédito fácil. En ambos casos, los mecanismos de solicitud son largos, tediosos y muy caros, deteriorando de la salud financiera de la empresa.