Alberto Haito, director de Arellano Consultoría
El modelo imperante en nuestro mundo de negocios está orientado a generar beneficios para los accionistas. En la mayoría de casos el mandato que éstos otorgan a los directores y estos, a su vez, a la plana ejecutiva es el de maximizar utilidades y/o aumentar el valor de la empresa. No necesariamente esto quiere decir que la empresa no se preocupe por sus trabajadores o sus clientes o la comunidad en general, pero su principal foco está en satisfacer a los accionistas.
El mencionado modelo parte de la premisa, no siempre correcta, de que hay una “mano invisible”, propia de mercados libres, que a la larga regula la actividad generando beneficios a todos los “stakeholders”.
En contraposición, en los últimos tiempos surge un nuevo modelo cuya orientación está dirigida a compartir valor con todos aquellos que tengan relación con la empresa, es decir los “stakeholders”, lo que incluye accionistas, trabajadores, clientes y comunidad en general. El mencionado modelo implica invertir más en el desarrollo de los trabajadores, el entregar el máximo valor posible a los clientes a cambio de lo que pagan, el mantener relaciones basadas en un alto estándar de ética con proveedores, el apoyo a la comunidad en la que se desenvuelve la empresa, etc.. Y, además de todo lo anterior, el generar utilidades satisfactorias para los accionistas.
Todo lo dicho en el párrafo anterior se ve difícil, y en realidad lo es, ya que este modelo implica reducir utilidades en el corto plazo con la esperanza de que estas sean mayores en el largo plazo, siendo esta una esperanza difícil de “vender” a los accionistas.
A pesar de lo difícil y lejano que se ve todo lo dicho, la evidencia nos indica que el modelo en mención funciona. Hay empresas pioneras que se han movido en esta dirección y que hoy presentan resultados mejores que los de las empresas que no lo han hecho y esto ocurre porque la población, en especial la más joven, reconoce y premia este esfuerzo con su preferencia hacia sus productos o servicios. Adicionalmente, estas empresas son más atractivas como un buen lugar para trabajar, ya que cuentan con un clima laboral mejor, lo que impacta en resultados al tener una mayor productividad.
Alberto Haito
Director – Arellano