A medida que nos acercamos al final del año, la conciencia sobre los desafíos ambientales ha alcanzado niveles críticos. Problemas como el cambio climático, la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la contaminación de nuestros ecosistemas son solo algunas de las preocupaciones urgentes que enfrentamos. Con el 72% de la población viviendo en zonas urbanas, a menudo mal planificadas y con serias complicaciones en movilidad, contaminación y servicios, la sostenibilidad de estas áreas representa un desafío crucial. Se proyecta que para 2030, habrá 20 ciudades con más de un millón de habitantes, intensificando la urgencia de garantizar su sostenibilidad.
Además, se estima un crecimiento del 20.6% en la población mexicana para 2050, lo que ejercerá una presión significativa sobre nuestros recursos naturales y pondrá en riesgo el bienestar de la población.
«Es cada vez más evidente la necesidad de adoptar el modelo de economía circular para preservar el medio ambiente y proteger los recursos naturales del planeta», señaló Jorge Chahin, presidente de la Organización en Favor de la Economía Circular (OFEC). «Este modelo implica reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, reduciendo al mínimo los residuos y abandonando el modelo lineal de ‘usar y tirar'».
En este contexto, la OFEC presenta una serie de consejos prácticos para implementar la economía circular mediante el proceso de las 7R en el próximo año 2023:
- Rediseñar: Introducir la ecología en el diseño de productos, considerando las consecuencias ambientales y priorizando la sostenibilidad.
- Reducir: Disminuir la cantidad de bienes, productos y energía consumidos, reduciendo así la generación de residuos.
- Reutilizar: Dar una segunda vida a productos a través de manualidades o trucos caseros, prolongando su utilidad.
- Reparar: Antes de desechar un producto dañado, intentar repararlo para extender su vida útil.
- Renovar: Actualizar objetos antiguos para que puedan servir su propósito original o darles un nuevo uso.
- Recuperar: Recuperar materiales usados para reintroducirlos como materias primas en el proceso productivo.
- Reciclar: Transformar desechos en materias primas para la creación de nuevos productos, separando adecuadamente los materiales para su reciclaje.
«Estas acciones pueden ser llevadas a cabo si somos conscientes y transformamos nuestros hábitos de consumo. En términos de responsabilidad ambiental, las acciones individuales tienen un gran impacto», enfatizó Jorge Chahin.
La adopción de la economía circular y la implementación de las 7R representan pasos fundamentales hacia un futuro más sostenible. El compromiso individual y colectivo con estos principios son clave para preservar nuestro entorno para las futuras generaciones.