El ministro Ángel Manero instó a detener la expansión del cultivo de maracuyá y propuso alternativas como la frambuesa y el algodón.
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ha lanzado una advertencia inesperada a los agricultores peruanos: frene la siembra de maracuyá ante una posible sobreproducción que desplome los precios. Según el titular de la cartera, Ángel Manero, el crecimiento incontrolado de este cultivo en los últimos años podría derivar en una crisis similar a la que hoy enfrentan los productores de mango.
“Si no es este año, el próximo año se nos va a caer el precio de la maracuyá”, declaró Manero en entrevista con RPP. Por ello, el Midagri se plantea diversificar la producción agrícola y apostar por cultivos como la frambuesa y el algodón. Incluso, ofreció apoyo con fertilizantes, asistencia técnica y plantones gratuitos para facilitar esta transición.
Una crisis que se pudo evitar
El excedente de 20 mil toneladas de mango ha puesto en jaque a los productores del norte del país. Manero culpó a la falta de planificación estatal en años anteriores, asegurando que el Gobierno debía advertir a los agricultores sobre los riesgos de expandir indiscriminadamente este cultivo. Actualmente, el país cuenta con 33 mil hectáreas sembradas de mango, y cada año se suman cerca de mil más.
El ministro explicó que, además de la sobreproducción, factores climáticos y logísticos agravaron la crisis. Entre noviembre y diciembre, el déficit hídrico y las altas temperaturas aceleran la maduración de la fruta, provocando una acumulación masiva en el mercado. A esto se suma la falta de contenedores para exportación, lo que reduce la capacidad de venta en el extranjero. “El mango compite con la uva, el arándano peruano y la cereza chilena”, detalló.
Alternativas para los agricultores
Frente a este panorama, Midagri propone congelar la expansión del mango y explorar otros cultivos más rentables y sostenibles. “No sigamos plantando más mango. Probemos con frambuesas o algodón” , sugirió Manero, destacando que estas opciones requieren menos agua y tienen mayor demanda en los mercados internacionales.
Asimismo, el Gobierno ha implementado medidas para mitigar el impacto económico en los agricultores, como la reprogramación de deudas y la distribución del excedente de mango en Lima. Sin embargo, Manero advirtió que estas son soluciones temporales y que el verdadero desafío es evitar que esta crisis se repita en los próximos años. “Nos ganamos todas las críticas, pero la culpa ha sido del Estado. Hace cinco años se debió informar a los agricultores” , reconoció.
La falta de planificación en la producción agrícola sigue generando estratos en el sector. Ahora, el Gobierno busca evitar que la historia del mango se repita con la maracuyá. ¿Lograrán los agricultores adaptarse a este nuevo escenario o será demasiado tarde para prevenir una nueva crisis?
