El contexto laboral se encuentra en un momento crucial en el que la intersección entre la tecnología y la gestión del talento adopta una posición determinante a la hora de establecer la estrategia empresarial.
A casi dos meses de iniciado el 2024, nuevos paradigmas e ideas en lo que se refiere a dinámicas de trabajo y gestión de las personas se van consolidando. Con los modelos laborales híbridos reafirmándose y la IA artificial avanzando a pasos acelerados, los gestores de talento ya están buscando cómo potenciar sus habilidades tecnológicas, así como la mejor manera de incluirla en sus procesos, sin descuidar el bienestar de su organización.
“En un mundo híper conectado, el concepto sobre la importancia del trabajo en la vida de las personas ha cambiado. Lo laboral no se ha hecho menos importante, pero se ha vuelto una parte más de lo que define a una persona como un ser humano integral. Debemos entender que estamos en una transformación tecnológica que demanda más habilidades, pero también nos brinda herramientas para mejorar la relación entre una persona y la organización donde trabaja”, señala Emilio Fantozzi, Head of Customer Success de Visma Perú.
Ante este escenario, desde RH habrá que diseñar y ejecutar estrategias innovadoras que incorporen la tecnología para incrementar la flexibilidad y eficiencia que buscan las personas y las organizaciones. En este sentido, el experto en RRHH señala algunas tendencias que se deberán tener presentes y ya se vienen ejecutando:
Muchas organizaciones se encuentran todavía en camino de redefinir su cultura organizacional a partir de un mundo laboral en el que el trabajo remoto y los entornos híbridos, junto con el cambio de mentalidad y expectativas que ambas conllevan, son una realidad en crecimiento y la dinámica preferida de las nuevas generaciones. En este marco, caracterizado por una disminución de las interacciones en persona y menor tiempo en las oficinas, la tendencia será hacia cultivar la conexión entre equipos, la flexibilidad en el desempeño y la alineación a una nueva cultura organizacional, en la que el espacio físico no sea una limitante.
Con las evaluaciones anuales en retirada, la tendencia será cada vez más hacia una gestión del desempeño basada en modelos dinámicos y continuos. En consecuencia, en lo que va del 2024, y con ayuda de las nuevas tecnologías que son capaces de recopilar datos en tiempo real y de ofrecer retroalimentación instantánea, se espera que las organizaciones continúen implementando herramientas ágiles para medir y mejorar el rendimiento de sus colaboradores. Así, como establecer planes de desarrollo continuos que acorten la brecha de habilidades digitales, potencien los planes de carrera y en donde el aprendizaje se integre naturalmente en el flujo de trabajo diario.
Fantozzi finaliza diciendo: “Las personas están cambiando, y también deben hacerlo las organizaciones. Ante los nuevos paradigmas de “lo importante” en la vida personal y laboral, los profesionales de RH deben estar atentos, escuchar y entender hacia dónde van las nuevas necesidades de una fuerza laboral que ahora mezcla hasta 5 generaciones. Deben ver cómo podemos contribuir, no solo al crecimiento y al éxito de la organización sino, también, a cubrir expectativas de las personas que por ella pasan.”