Incertidumbre monetaria, disrupciones comerciales y riesgos energéticos marcan la jornada

Por Felipe Mendoza, Analista de Mercados Financieros ATFX LATAM

Los mercados financieros globales han comenzado la jornada con una serie de acontecimientos que impactan a diversas economías y sectores, con Estados Unidos a la cabeza en términos de desarrollos clave. El S&P 500 ha mostrado una consolidación en un rango específico desde finales del año pasado, un fenómeno común tras un ciclo alcista pronunciado. Mientras tanto, las declaraciones de diversos funcionarios de la Reserva Federal, como Barr y Daly, reflejan la incertidumbre sobre la dirección futura de la política monetaria, subrayando la necesidad de más datos antes de tomar nuevas decisiones. Daly enfatizó la solidez del mercado laboral y del crecimiento del PIB, aunque reiteró que el progreso en materia de inflación ha sido más lento de lo esperado. El índice del mercado inmobiliario del NAHB registró una caída a 42 en febrero, por debajo de la previsión de 46, lo que podría sugerir cierta debilidad en el sector.

En el ámbito corporativo, Intel experimentó un aumento del 11% en su valor bursátil debido a la especulación sobre una posible disolución en un acuerdo con TSMC y Broadcom. En el sector tecnológico, Apple podría anunciar un nuevo iPhone, aunque se prevé que este lanzamiento no tenga un impacto significativo en sus acciones. En cuanto a la industria energética, los futuros de gas natural en EE.UU. se dispararon un 5% impulsados por previsiones climáticas más frías. Además, el viceprimer ministro de Rusia, Novak, reportó una reducción del 30-40% en el volumen de bombeo del oleoducto CPC tras un ataque, con reparaciones que tomarán varios meses, lo que podría afectar la estabilidad de los precios del crudo.

Por otro lado, la Administración Trump ha anunciado su intención de aumentar los aranceles a los automóviles en torno al 25%, y medidas similares podrían aplicarse a productos farmacéuticos y semiconductores. Se espera que estos aranceles sean anunciados el 2 de abril. Estas decisiones han generado reacciones en la Unión Europea, cuyo jefe comercial, Maros Sefcovic, se reunirá con funcionarios estadounidenses esta semana para discutir las medidas propuestas. En paralelo, la administración planea mantener el estricto control sobre las fusiones empresariales implementado por Biden y ha anunciado el despido de al menos el 40% de los trabajadores de la Administración Federal de Vivienda.

En Europa, el Banco Central Europeo se mantiene en el centro de atención con comentarios de Schnabel, quien señaló que las restricciones monetarias han disminuido significativamente hasta el punto en que ya no se puede afirmar con certeza que la política monetaria sigue siendo restrictiva. A pesar de esto, la inflación interna sigue siendo alta y el crecimiento salarial continúa elevado. Por su parte, Panetta del BCE reconoció que la debilidad en la economía de la zona euro es más persistente de lo anticipado y advirtió sobre los riesgos que plantea la divergencia regulatoria entre EE.UU. y Europa. En el ámbito corporativo europeo, Philips reportó ventas de 5.040 millones de euros en el cuarto trimestre de 2024, con un crecimiento comparable del 1,4%, ligeramente por debajo de las estimaciones del 1,65%. HSBC, por su parte, informó una utilidad antes de impuestos de 2.280 millones de dólares, con ingresos anuales de 65.85 mil millones, superando la estimación de 65.2 mil millones. La entidad también anunció recompras de acciones por hasta 2 mil millones de dólares.

En Asia, China ha revelado planes para mejorar su entorno de consumo, comprometiéndose a intensificar la aplicación de la ley antimonopolio, mejorar la calidad de bienes y servicios, y aumentar los préstamos a pequeñas empresas privadas. En el sector energético, China anunció una reducción en el precio de la gasolina de 170 yuanes por tonelada. En el mercado inmobiliario, los precios de las viviendas nuevas cayeron un 5% interanual en enero, aunque la disminución se moderó con respecto al mes anterior. Japón, por su parte, reportó un déficit comercial de 2,76 billones de yenes en enero, el mayor en dos años, superando las estimaciones previas. Las importaciones aumentaron un 16,7%, lideradas por maquinaria de comunicaciones y computadoras, mientras que las exportaciones crecieron un 7,2%, por debajo de las expectativas del mercado. En cuanto a la política monetaria, Takata del Banco de Japón sugirió la necesidad de subidas graduales de tasas, citando riesgos al alza para los precios.

Nueva Zelanda también ha tomado medidas en el ámbito monetario, reduciendo su tasa de referencia en 50 puntos básicos a 3,75%, marcando su cuarto recorte consecutivo en un esfuerzo por impulsar una economía debilitada. La tasa de inflación general se ubicó en 2,2% en el cuarto trimestre de 2024, con una disminución de los precios en siete de los últimos ocho trimestres.

En el frente geopolítico, las tensiones entre EE.UU., Rusia y Ucrania continúan en el foco de los mercados. El presidente de Ucrania, Zelenski, rechazó las exigencias de EE.UU. de devolver 500 mil millones de dólares en minerales y reafirmó la fortaleza del ejército ucraniano. Al mismo tiempo, Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, acogió con agrado las declaraciones de Trump sobre la OTAN, interpretándolas como una señal de comprensión de la postura rusa. EE.UU. y Rusia han comenzado conversaciones en lo que se considera un primer paso hacia la paz y la mejora de las relaciones en Ucrania. En este contexto, la visita de Zelenski a Arabia Saudita se pospuso hasta marzo, con la expectativa de recibir una delegación estadounidense en Kiev.

Finalmente, el embajador de China ante la OMC criticó los aranceles de EE.UU., advirtiendo que estos podrían perturbar el comercio global y aumentar el riesgo de una recesión mundial. Con un panorama macroeconómico en constante cambio y mercados financieros en busca de dirección, los próximos días serán clave para evaluar el impacto de estas decisiones en la estabilidad económica global.

La coyuntura actual de los mercados refleja un entorno de consolidación e incertidumbre, con Estados Unidos mostrando señales mixtas entre una economía aún resiliente y un panorama político que introduce volatilidad. La postura de la Reserva Federal sigue siendo cautelosa, sin comprometerse aún a recortes de tasas, mientras que las tensiones comerciales con la Unión Europea y China podrían generar disrupciones en el comercio global. En el sector corporativo, los movimientos estratégicos de gigantes como Intel y HSBC resaltan la búsqueda de adaptación a un entorno regulatorio y competitivo cambiante, mientras que el alza en los precios del gas natural y la interrupción del oleoducto CPC sugieren riesgos en el mercado energético. En Europa, la persistente debilidad económica y la divergencia regulatoria con EE.UU. plantean desafíos para la estabilidad financiera, mientras que en Asia, China intenta reactivar el consumo y Nueva Zelanda ajusta su política monetaria para contrarrestar la desaceleración. Japón, por su parte, enfrenta presiones comerciales con un déficit mayor de lo esperado. A nivel geopolítico, las tensiones entre EE.UU., Rusia y Ucrania siguen afectando la confianza de los mercados, con negociaciones en marcha, pero sin una resolución clara. En este contexto, los inversionistas deben mantenerse atentos a señales de política monetaria, desarrollo de las disputas comerciales y evolución de los conflictos geopolíticos, factores que seguirán determinando la dirección del mercado en el corto y mediano plazo.