Dentro de una empresa, el rendimiento individual lleva a que pueda verse un buen rendimiento en los equipos de trabajo. Contar con buenos colaboradores capacitados para las tareas que se deben realizar es la base de todo progreso como organización.
Para esto existen muchos modos de evaluar cómo se da ese progreso y si el desempeño está siendo realmente bueno. Con las fuertes competencias que hay en el día de hoy en el mundo empresarial, es cada vez más importante prestar atención minuciosamente a los detalles que influyen en gran medida en el desempeño de una empresa, sin importar de qué tamaño sea. Aquí entran en juego ciertos indicadores que son los principales métodos de evaluación de desempeño y que facilitan en gran medida todos estos procesos de monitoreo.
Existen muchos indicadores de desempeño, hay de diferentes tipos y para diferentes cosas. Va a depender claramente de lo que la empresa en particular necesite, del foco que quiera realizar y de los problemas o dificultades que esté teniendo. Pero además de esto, los métodos de evaluación de desempeño empresarial se deben aplicar de forma correcta siguiendo un plan y una forma específica, ya que sino se estaría desperdiciando su real función haciéndolos porque sí. Acá te mostramos cuáles son estos indicadores y cómo aplicarlos, la clave para que una empresa mejore y progrese.
La función de los indicadores de desempeño
En primer lugar, hay que reconocer qué son los indicadores de desempeño y cuál es su función en toda esta trama.
Los indicadores de desempeño, que también se conocen con sus siglas en inglés KPIs (Key Performance Indicators) son instrumentos que miden cuantitativa o cualitativamente el rendimiento y el logro de los objetivos de una empresa. Es decir que su principal función es ofrecer datos más precisos y confiables acerca del desempeño de los equipos de trabajo en función a lo previamente establecido en la organización.
Beneficios que traen los indicadores de desempeño
Son varios los beneficios que pueden brindar los indicadores de desempeño a una organización y están directamente relacionados con las funciones que tienen los mismos.
Al ser datos más precisos, le permiten a la empresa identificar cuáles son las áreas en las que está habiendo problemas y se debe mejorar el desempeño. Comparando los datos reales con los objetivos previamente fijados o los estándares establecidos, se pueden conocer las brechas y las oportunidades para realizar acciones correctivas. Es a partir de allí que se pueden tomar entonces decisiones informadas teniendo una clara visión del rendimiento, basadas en datos concretos y objetivos.
Pero a veces es necesario establecer nuevas metas y objetivos más realistas y medibles, puede ser que eso esté fallando y los indicadores permiten ver justamente si sucede eso. Se puede evaluar el rendimiento de forma individual o en grupos en torno a estos objetivos, si hay necesidades de capacitación y si los empleados realmente aportan. De la misma forma se puede motivar y alinear el equipo estableciendo las expectativas claras para trabajar hacia metas comunes.
Algunos ejemplos de indicadores de desempeño
Los indicadores de desempeño pueden ser de diferentes tipos dependiendo el área en el que se trabaja y qué es lo que se quiere medir. Están los indicadores de ventas y marketing, los financieros, de recursos humanos, y de producción y operaciones.
Dentro de estos, algunos ejemplos son:
- Evaluación del desempeño
- Satisfacción de empleados
- Satisfacción del cliente
- Tasa de crecimiento del mercado
- Retorno de inversión
- Productividad
- Tasa de conversión
- Margen de utilidad
- Retención de clientes
- Valor ganado
- Retención de talento
- Absentismo laboral
- Rentabilidad
Formas de ampliar los indicadores de desempeño correctamente
No sirve de nada conocer todas las funciones, los beneficios y los tipos de KPIs si no se los sabe aplicar de forma correcta. Para ello se tiene que establecer un plan detallado e inteligente sobre las formas de actuar, teniendo bien en claro qué es lo que se quiere medir, cómo conviene medirlo y a quién hacerlo. Además depende en gran parte del indicador que se quiera aplicar la forma en la que se lo va a hacer, ya que puede variar mucho y todos giran en torno de funciones u objetivos diferentes.
De todas formas, para tener una idea general de cómo es la forma correcta de aplicar estos indicadores, acá te mencionamos algunos consejos y pasos:
- Definir metas alcanzables e inteligentes junto con sus objetivos SMART que permitan lograrlas. Es importante tener esto bien claro para comenzar. Deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y basados en un marco de tiempo definido.
- Seleccionar los indicadores adecuados para lo que se quiere medir. Acá vale reconocer cuáles son las áreas que influyen más en la realización de estos objetivos. Estos indicadores deben ser medibles, relevantes y significativos, no te ahorres de hacer uno si es importante y no hagas de más si no lo son ya que puedes tener una sobrecarga de datos que dificulten las decisiones.
- Recopilar los datos de manera constante. Este es el punto en el que se debe establecer un sistema sólido en el que se recolecten los datos de forma regular y precisa. También para reducir los errores y mejorar la eficiencia se puede automatizar esta recopilación.
- Una vez que tenemos los resultados, analizarlos e interpretarlos. Dependiendo de cómo hagas el análisis, es también las decisiones que vas a tomar luego en base a ellos. Identifica las tendencias, los patrones y las áreas de mejora o éxito.
- Al medirlos, se deben comunicar y compartir los datos. Esto incluye a los líderes, gerentes y empleados responsables del rendimiento en las áreas medidas. Debe hacerse con transparencia y claridad.
- Finalmente, tomar las decisiones basadas en esta medición de los resultados. Dependiendo qué es lo que se necesita, hay que desarrollar planes de acción para mejorar el rendimiento.
En conclusión, los indicadores de desempeño son una parte muy importante para evaluar el rendimiento individual y grupal dentro de una empresa. Son los que van a permitir luego tomar las acciones debidas para realmente mejorar y avanzar hacia el éxito.