Por Felipe Mendoza, Analista de Mercados Financieros ATFX LATAM
El mercado financiero global sigue reflejando una alta volatilidad y una creciente incertidumbre debido a diversos factores macroeconómicos, políticos y corporativos. En Estados Unidos, la inflación ha superado las expectativas con un IPC general de 0,47%, lo que elevó la tasa interanual al 3% desde el 2,9% de diciembre. La tasa anualizada a seis meses se incrementó a 3,6%, y la de tres meses subió a 4,5%, mostrando una aceleración inflacionaria mayor a lo previsto. Además, el IPC subyacente mensual de enero alcanzó el 0,4%, superando la previsión del 0,3% y el dato anterior del 0,2%, mientras que el IPC subyacente anual subió a 3,3%, por encima del 3,1% estimado. Estos datos reflejan presiones inflacionarias persistentes, lo que llevó a los operadores a reducir sus expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal. Ahora, el mercado descuenta el primer recorte en diciembre, en lugar de septiembre, lo que afecta directamente las proyecciones para la renta variable y los bonos del Tesoro.
La política monetaria sigue siendo un punto clave en el debate financiero. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, enfatizó en su testimonio ante el Senado que la tasa de interés neutral ha aumentado significativamente desde la pandemia, lo que sugiere que las tasas de interés permanecerán más altas durante más tiempo. Además, el presidente Trump ha vuelto a insistir en la necesidad de reducir las tasas de interés, alineando este movimiento con la imposición de nuevos aranceles.
En el sector corporativo, la temporada de resultados en EE.UU. ha mostrado una fortaleza notable. CVS Health superó ampliamente las expectativas con un BPA de $1,19 frente a los $0,92 esperados y unos ingresos de $97,71 mil millones, mientras que Kraft Heinz también registró resultados superiores, con un BPA de $0,84 por encima de los $0,78 estimados. En el sector energético, el CEO de Petrobras prevé que los precios del petróleo se ubiquen entre $70 y $75 por barril bajo la administración Trump, mientras que la OPEP mantuvo sin cambios sus previsiones de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2025 y 2026.
En Europa, los operadores han ajustado sus expectativas sobre la política monetaria del BCE, reduciendo las apuestas de recortes de tasas en 75 puntos básicos para este año, en respuesta a la persistente presión inflacionaria. Elderson del BCE afirmó que los datos serán más relevantes que la neutralidad en la toma de decisiones, mientras que Holzmann advirtió que un recorte de 50 puntos básicos en 2024 no es una buena opción. La producción industrial italiana mostró una caída de 3,1% intermensual, superando la estimación de -0,2%, lo que evidencia la desaceleración económica en la eurozona.
En Asia, China está considerando financiar $6.800 millones para ayudar a Vanke a pagar su deuda, mientras que Baidu anunció el lanzamiento de Ernie 5.0, su nueva generación de inteligencia artificial, que incluirá mejoras en capacidades multimodales. En Japón, el Banco de Japón advirtió que el alza en los precios de los alimentos podría afectar las expectativas inflacionarias, añadiendo presión a la política monetaria del país.
El panorama geopolítico sigue siendo tenso, con la secretaria de Defensa de EE.UU., Hegseth, enfatizando que la guerra en Ucrania debe terminar, aunque descartó que Ucrania pueda volver a sus fronteras de 2014 o que su ingreso en la OTAN sea parte de un plan de paz. Asimismo, Irán advirtió a EE.UU. sobre graves consecuencias en caso de agresión. En el conflicto entre Israel y Gaza, Hamás ha instruido a sus líderes a evitar el uso de teléfonos móviles en preparación para reanudar los combates, mientras que Netanyahu ha ordenado aumentar la presencia militar en Gaza y sus alrededores.
En este escenario de alta incertidumbre, el Índice de Miedo y Avaricia se mantiene en 47/100, en territorio neutral, reflejando la prudencia de los inversionistas ante las posibles fluctuaciones en el mercado en los próximos meses. La atención del mercado se mantiene sobre las políticas monetarias de la Fed y el BCE, la evolución de los aranceles comerciales y las tensiones geopolíticas, factores que seguirán siendo determinantes en la dirección de los mercados globales.
El panorama de los mercados tras los datos de inflación de EE.UU. refuerza la expectativa de una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal. Con un IPC general que superó las previsiones y una inflación subyacente mensual y anual en ascenso, el mensaje es claro: la inflación sigue siendo un problema persistente y la Fed deberá mantener las tasas en niveles elevados por más tiempo del anticipado.
Este dato ha generado un fuerte ajuste en las expectativas de los operadores, desplazando el primer recorte de tasas de septiembre a diciembre, lo que impacta negativamente en los bonos del Tesoro y mantiene presionados los rendimientos a largo plazo. En el mercado de renta variable, la resiliencia corporativa mostrada en los reportes de ganancias no es suficiente para contrarrestar el sentimiento de cautela, ya que las empresas seguirán enfrentando un entorno de financiamiento más caro.
Por otro lado, la reacción en el mercado de divisas refleja un fortalecimiento del dólar, dado que el diferencial de tasas con otras economías podría ampliarse si el BCE y otros bancos centrales optan por recortes antes de la Fed. Esto podría generar nuevas tensiones en mercados emergentes y en sectores sensibles a tasas, como el inmobiliario y el tecnológico.
En conclusión, la publicación del IPC refuerza la narrativa de una Fed más restrictiva y eleva la incertidumbre sobre el crecimiento económico a mediano plazo. Para los inversionistas, el entorno sigue exigiendo estrategias defensivas, priorizando sectores con mayor capacidad de resistencia a un régimen de tasas elevadas y atentos a cualquier señal de cambio en la postura de la Reserva Federal en los próximos meses.